"A Logroño le ha cogido el fútbol con el pie cambiado"

El Día
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Miguel Ángel Lotina, máximo goleador histórico del Logroñés y que vive a caballo entre Meñaka y La Rioja, tiene mono de banquillo

Lotina posa en el Museo del Logroñés con un trofeo que conquistó en su etapa como blanquirrojo. - Foto: Ingrid

No se ha retirado pero a la espera de que se concrete alguna oferta, seguramente en Japón, Miguel Ángel Lotina (Meñaka, 1957), vive a caballo entre su localidad natal y la capital riojana, a la que llegó en 1977. El vizcaíno, que tiene mono de banquillo, es una leyenda del Logroñés (el que nunca necesitó siglas para definirse), pues con 105 goles es y será para siempre el máximo goleador histórico de los blanquirrojos. «Y creo que estoy en el top 3 por número de partidos», acota. 

Ha aprovechado el tiempo que pasa entre nosotros, después de un largo periplo por Chipre, Catar y su sexenio japonés repartido por el Tokio Verdy,  Cerezo Osaka,Shimuzu S-Pulse y Vissel Kobe, para conocer, de primera mano, «la realidad de los clubes y de las localidades riojanas», pues ayuda a otro clásico blanquirrojo y también ex del Numancia comoRaúl Ruiz. «Creo que sería un buen presidente de laFederación Riojana, pero que conste que no quiero ningún cargo», añade. 

Entre sus mejores recuerdos como futbolista figura el doble ascenso «a Segunda A y Primera», hecho solo compartido en la plantilla con «Noli y Chechu». 

Aterrizó en el Logroñés procedente del Gernika. «Arnedillo fue varios partidos a hacer informes del '7', Primi, pero acabó recomendando al '11', que era era yo», rememora. «Me quedé prácticamente una década aunque dos años estuve en el Castellón, con el que debuté en Primera. Me compraron por un millón y me transpasaron por cinco» , informa. «En el 88, tras el ascenso y una temporada sin jugar en el debut del Logroñés en Primera, me retiro», completa.

Si futbolísticamente el recuerdo de Lotina en Logroño es inagotable, sus primeros pasos en un banquillo llegaron también en LaRioja. Primero en el Promesas y después, tras su exitoso periplo copero con el Numancia, con su debut en Primera. Fue la última campaña del Logroñés en la elite, en la lejana 96-97. 

El vizcaíno fue sustituido por un desconocidísimo Líber Arispe. Nadie en España sabía quién era el técnico uruguayo pero Lotina fue el primero en conocer el runrún: «Sé que me echaron estando fuera del descenso». «Los jugadores, si no tienen la fuerza de la directiva, no hacen nada», agrega.

Su destitución fue el principio del fin del Club Deportivo. También fue el inicio de su leyenda. Al ariete vasco le atribuyen muchos descensos pero el de los blanquirrojos y el del Celta, «que como el Logroñés también estuvo nueve partidos sin ganar tras echarme», no es exclusivamente suyo. Sabe el sambenito que le han colgado y se abstrae por completo: «Lo tengo superado. No me importan los comentarios ni las opiniones de las personas a las que no respeto».

El pasado año, el '11' participó en el Pisado Popular y desde el tinanco abogó por la unión de los dos máximos representantes del fútbol logroñés. «La gente me para y me dice 'Loti, ¿no se puede hacer nada?' Es gente que vivió la historia del Logroñés, su mejor época. Ahora hay dos clubes, dos filosofías distintas. Lo veo francamente difícil».

Si Lotina dejó una ciudad en Primera, casi treinta años después la capital riojana 'milita' en la cuarta categoría. ¿Es Logroño una ciudad de Primera?«Creo que no, que su sitio es Segunda, peleando por subir. A Logroño le ha cogido el fútbol con el pie cambiado», lamenta.