Cuzcurrita del Río Tirón revive desde primera hora de esta mañana su peor pesadilla. La Guardia Civil, junto a los dos presuntos asesinos de Guillermo Castillo, realizan una reconstrucción de los hechos que terminaron con la vida del conocido hostelero riojano. Todo el dispositivo se desplaza hasta la casa de Guillermo después de que el mediático abogado de la familia, Marcos García-Montes, y la propia hija del hostelero de la localidad riojalteña reclamaran la reconstrucción de lo sucedido en la fatídica noche del 2 de mayo de 2023, después de manifestar su descontento con la investigación desarrollada por los agentes del Instituto Armado.
La irrupción del abogado contratado por la familia desencadenó el requerimiento de nuevas pruebas además de la repetición de otras ya desarrolladas en el marco de la investigación. «No estamos contentos en cómo se ha llevado el caso», señalaba a mediados de este mismo de enero Yolanda Castillo.
Así las cosas, y en medio del malestar generado en la Comandancia de Duques de Nájera de la capital riojana por las valoraciones de la familia, la Guardia Civil reconstruye los hechos desde primeras horas de esta mañana con la presencia de los dos únicos detenidos- Ambos permanecen en el centro penitenciario de Logroño y serán trasladados hasta Cuzcurrita del Río Tirón tras prestar declaración en el Juzgado de la ciudad jarrera en diferentes ocasiones. Hasta el momento, ambos se han acusado mutuamente de las agresiones que provocaron la muerte de Guillermo, según las conclusiones extraídas por la Guardia Civil, con el móvil de un robo que se saldó con un ridículo botín de 600 euros.
La Guardia Civil reconstruye el asesinato de CuzcurritaLa familia, a través de García-Montes, ha pedido también la repetición de otras pruebas a pesar de ser conscientes de que «para muchas de ellas llegamos tarde».
Otra de las críticas esbozadas por Yolanda Castillo en relación a la investigación de la Benemérita incide en la supuesta existencia de dos 'chinos' tirados en la calle junto al domicilio de Guillermo. «Damos -relata la hija de la víctima- que uno de los presuntos asesinos se fumó dos 'chinos' en la calle, junto a la casa de mi padre y nadie recogió ni analizó las colillas»
Es una de las pruebas a las que alude Yolanda y de la que ya no se podrán extraer evidencias. «Llegamos tarde pero vamos a llegar hasta el final», declaró también a mediados de enero.
La solicitud de nuevas pruebas y la repetición de otras retrasa el procedimiento judicial pero también la entrega del cuerpo de Guillermo, que permanece aún en el Instituto de Medicina Legal de La Rioja. Un hecho que añade más leña, si cabe, a una situación ya de por sí complicada para Yolanda Castillo que ayer mismo se declaraba «muy cansada».