El Servicio Riojano de Salud (SERIS) hace un balance muy positivo del funcionamiento del Servicio Extendido de Medicina (SEMI) durante este primer año que se ha implantado en el hospital San Pedro.
El SEMI ha atendido un total de 325 avisos y ha realizado 360 ingresos (incluyendo los programados), permitiendo una optimización del tiempo de respuesta y de la organización de la UMI. En estas intervenciones, los profesionales médicos han realizado 61 técnicas, como la sedación, la canalización de catéter venoso central y la pericardiocentesis, entre otras.
El jefe de Servicio de la Unidad de Medicina Intensiva, Adolfo Calvo Martínez, destaca que su equipo ha revisado una media 6.38 pacientes diarios con alertas de código rojo dadas por el programa Selene Discern. También ha lanzado 50 alertas por haber detectado pacientes en riesgo de deterioro clínico a sus médicos responsables, es decir, «uno cada siete días».
Explica que este sistema nace como una idea del Plan Estratégico de Salud de La Rioja para «intentar optimizar el tiempo de respuesta a la hora de atender a los pacientes lo más precoz posible». «Está demostrado, igual que se ha implantado otros códigos, que hay patologías en las cuales, empezar a tratar rápidamente a los pacientes es clave, sobre todo en pacientes inestables», remarca.
Selene Discern analiza 25 parámetros (12 clínicos y 13 analíticos) en las historias clínicas electrónicas (HCE) de todos los pacientes ingresados en el hospital, en tiempo real. «La persona que realiza esta función a la mañana ve los colores y diferencia los pacientes que deben ser atendidos en la UCI», indica el jefe de servicio.
Añade que hay que diferenciar los pacientes que están en planta de los que fallecen. Señala que se está intentando detectar los pacientes que son susceptibles de ser ingresados en la UCI, por lo que los pacientes terminales no suelen entrar en este apartado.
La finalidad de esto, apunta, es intentar optimizar el trabajo de los médicos porque los encargados de usarlo no solo están esperando y buscando pacientes, sino que esos ingresos programados por la mañana, como por ejemplo los que vienen de quirófano, también los atienden ellos. «El objetivo es liberar de carga de trabajo al resto de médicos intensivistas que nos dedicamos a atender a los pacientes que ya están ingresados», indica.
Además, destaca que este sistema pretende apoyar a los médicos del hospital. «Está claro que el médico que más experiencia tiene en tratar a pacientes en estado grave son los intensivistas. Por eso, se quiere apoyar a los médicos de planta a detectar a estos pacientes que requieren ir a la UCI lo antes posible», explica.
personal. El personal que se encarga de este sistema ha aumentado desde que se puso en marcha. Al principio, un adjunto del Servicio de Medicina Intensiva se encarga de revisar las alertas dadas por el Selene Discern y de centralizar todas las llamadas e interconsultas a la UMI en horario laborable, de lunes a viernes, de 08 a 15 horas.
Pero desde hace tres meses se ha añadido un segundo adjunto al SEMI para poder hacer un seguimiento de las altas dadas de UMI que cumplan ciertos criterios de estancia o gravedad, entre otros. Hasta ahora, Adolfo Calvo informa que se ha hecho un seguimiento a 47.