La Comisión Europea (CE) propuso este martes impulsar con al menos 1.500 millones de euros la industria militar europea, a la que quiere animar a tomar más riesgos para aumentar la producción mediante compras conjuntas o ventajas fiscales, ante la inseguridad creada principalmente por la guerra rusa en Ucrania.
"La guerra de agresión brutal de Rusia contra Ucrania ha devuelto una guerra de alta intensidad en Europa. Tras décadas de gasto insuficiente, debemos invertir más en defensa y hacerlo conjuntamente y mejor", dijo el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, quien hoy presentó la iniciativa.
Con el fin de preparar mejor militarmente a la Unión Europea ante amenazas la Comisión presentó hoy dos nuevos instrumentos para mejorar la preparación militar de la Unión Europea: una Estrategia Industrial Europea de Defensa (EDIS) y un Programa Europeo Industrial de Defensa (EDIP).
La estrategia, la primera centrada en la industria militar de la UE, pretende instaurar una visión a largo plazo propia aunque defiende la cooperación con socios como la OTAN.
"No tenemos un Pentágono en Europa, no tenemos una institución con gran capacidad de compra (...), pero tenemos que cooperar y coordinar la forma en la que reaccionan los Estados miembros", subrayó Borrell, remarcando las diferencias entre la UE y Estados Unidos.
La Comisión Europea quiere que en el año 2030 los países de la Unión Europea compren al menos el 40 % de sus equipos militares junto a otros Estados miembros.
También aspira a que el comercio intraeuropeo de la industria militar represente por lo menos el 35 % en 2030, si bien estos objetivos no son vinculantes, sino metas que ha marcado el Ejecutivo comunitario con tal de impulsar esta estrategia.
Además, busca que la UE dedique a contratos europeos al menos el 50 % de su presupuesto de defensa para 2030 y el 60 % para 2035.
Más allá de preparar a la UE ante futuras amenazas, otro de los pilares del plan es el de incrementar el apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia, aumentando su colaboración con la industria europea, casi como si fuera un Estado miembro más, según dijeron fuentes comunitarias.
De hecho, para fomentar esta colaboración y facilitar que la industria militar ucraniana se familiarice con los estándares comunitarios, la Comisión Europea tiene previsto abrir una oficina de innovación en Kiev.
Bruselas también abrió hoy la puerta a que los beneficios extraordinarios de los fondos rusos que la UE ha congelado desde el inicio de la guerra puedan utilizarse para apoyar militarmente a Ucrania.
El objetivo del EDIP es prolongar los objetivos de dos normativas actualmente en vigor, la Ley de Apoyo a la Producción de Municiones (ASAP) y la Ley de Refuerzo Industrial de la Defensa Europea a través de la Contratación Pública (EDIRPA), que vencen a mediados de 2025.
Para fomentar las inversiones, el EDIP movilizará 1.500 millones de euros del presupuesto de la UE durante el periodo 2025-2027, y buscará ingresos adicionales para que las empresas, y en especial las pymes, se adelanten a los pedidos para iniciar la producción.
En ese contexto, Bruselas ve necesario que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) cambie su política de préstamos para que la industria militar se beneficie de ellos.
El programa introduce un nuevo marco regulador que introduce la posibilidad de exenciones del IVA y un proyecto piloto de un mecanismo europeo de ventas militares -con un catálogo actualizado de productos de defensa para aumentar su disponibilidad y acelerar el plazo de entrega-, y prevé una junta de control en la que estarán el alto representante y los Estados miembros.
La Comisión ha dejado claro que los fondos comunitarios no se van a utilizar para comprar armas sino para mejorar la base industrial y tecnológica de la UE, y que las propuestas van en línea con los tratados europeos sin inmiscuirse en las competencias de los Estados.