El rastreo policial por los robos de cobre deja ya detenciones

G.B.
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La Guardia Civil investiga si dos hombres arrestados son los autores de todos los saqueos recientes, al menos seis este mes. Empresarios del sector del reciclaje creen que el metal se vende fuera de La Rioja

El rastreo policial por los robos de cobre deja ya detenciones

El rastreo de la Guardia Civil tras la oleada de saqueos de cable telefónico de cobre ha dado ya frutos, con la detención de dos hombres, aunque la investigación sigue abierta a la espera de determinar si son los autores de todos los robos o si hay más bandas de este tipo. 

Fuentes del instituto armado confirmaron la detención de dos individuos de nacionalidad extranjera el pasado fin de semana, después de que en los últimos días se hayan producido nuevos expolios en líneas de teléfono en El Rasillo y el Valle de Ocón. En lo que va de mes se lleven contabilizados al menos seis incidentes, entre robos consumados e intentos fallidos.

Si en la noche del pasado día 11 al 12, el robo de 200 metros de cable dejaba sin teléfono a La Villa de Ocón, la misma localidad sufría otro asalto a su red telefónica en la madrugada del pasado jueves, con otros 100 metros de tendido sustraído en el paraje de la Fuente de los Santos, a solo un kilómetro de distancia. En torno a esa misma fecha, los ladrones lo intentaban también junto a la carretera de Santa Lucía de Ocón, donde cortaron el cable pero no se lo llevaron. 

El pasado fin de semana, El Rasillo se sumaba a la lista de objetivos de los 'cuatreros' del cobre, con un corte en la línea, presumiblemente en busca del preciado metal, que dejó sin línea a la zona. Y unos días atrás, en la madrugada del pasado jueves, el intento de robo de un buen tramo de tendido se saldó con la caída de más de 20 postes telefónicos en Santo Domingo y el corte de 900 metros de cable, que finalmente quedó abandonado en un camino. 

Si el tráfico de drogas tiene su salida comercial en el trapicheo, no está tan claro que para el cobre robado haya un mercado negro como tal. Lo mismo que ocurre con el aluminio, el plomo o el hierro, no es ilegal que cualquiera acuda a una empresa de recuperación de metales a vender esta 'chatarra', aunque existen controles que, de aplicarse de manera exhaustiva, pueden llevar a los cacos a buscar gestores menos escrupulosos.

«Lo más lógico es que ese cobre robado se vaya fuera, porque La Rioja es pequeña; aquí nos conocemos todos y es difícil que pase desapercibido», explica un empresario del sector de la recuperación de metales, que prefiere permanecer en el anonimato. En su caso, como en el de otras empresas que también cumplen los controles que exigen las fuerzas de seguridad, a toda persona que acude con cobre para vender se le toman los datos del DNI y se realizan fotografías de la mercancía. La relación de vendedores y sus datos los envía este empresario a diario a la Guardia Civil, aunque reconoce que no todos los gestores son tan cumplidores. «¿Qué hay otros que no lo hacen así?...¡Está claro!», apostilla.

Además del control de identidad, este gestor también comunica a las fuerzas de seguridad cualquier movimiento sospechoso, como que un particular acuda a tratar de colocar una cantidad anormalmente alta de material. Más que un mercado negro como tal, a su juicio lo que puede haber es picaresca y recuperadores de metales que aceptan partidas de cobre «por la puerta de atrás», pero apunta a regiones más grandes y con mayor número de empresas, donde estas operaciones pueden pasar inadvertidas. «Me extraña que en La Rioja haya de eso», asegura. 

Precios estables. Que últimamente proliferen más los robos de tendido telefónico no sabe a qué obedece, porque el precio no ha variado significativamente, al menos lo que él paga en su empresa, que mantiene estable y más bien bajo para no generar un efecto llamada de mercancía de procedencia ilícita. Aún así, está claro que dentro de los metales no preciosos, el cobre es 'el rey', por encima del aluminio o el plomo, pero eso es algo que siempre ha sido así, apunta.

Tampoco sospecha que exista un mercado negro, al menos en La Rioja, otro recuperador autorizado de metales riojano, que señala que incluso con el requisito del DNI para vender cable, es posible colocar mercancía no legítima. «Ese material lo distribuirán seguramente fuera de La Rioja, porque aquí somos los que somos, o sea pocos, y es más fácil pillar a los ladrones», asegura este gestor, que también envía periódicamente a la Policía y a la Guardia Civil el registro de compras de cobre con los datos de los vendedores. 

En su opinión, que haya ahora más robos puede deberse a que quienes lo roban se muevan «por necesidad», porque los precios se mantienen estables. El cable como tal, es decir con el recubrimiento plásticos que luego hay que retirar con unas máquinas para separarlo del metal, se suele pagar  en torno a 1,5 euros el kilo, mientras que el cobre limpio ronda los 4,5.

 

Telefónica suple ya con rúteres la falta de línea por los robos en Ocón

La reiteración de los robos de cableado telefónico de cobre en el Valle de Ocón y la perspectiva de que siguieran dándose ha llevado a Telefónica a instalar rúteres de radio que funcionan con tarjetas para cada abonado en los domicilios de sus clientes que se quedaron sin telefonía fija a causa de los saqueos en la red. De esta manera, Telefónica renuncia a restituir los tendidos dañados por los delincuentes y ha optado por este cambio de tecnología para garantizar la cobertura. Técnicos de la compañía trabajaban este martes en la instalación de estos dispositivos que sustituirán a la red convencional de cable, en principio en las localidades de La Villa y Las Ruedas, afectadas por el corte en el servicio, con intención de extender el cambio de tecnología al resto del Valle de Ocón y en espera de que se produzca el despliegue de fibra óptica, que será la solución definitiva para contar con una cobertura de calidad, como explicó ayer la alcaldesa, Inmaculada Ortega.  De hecho, Telefónica ya anunció en su día que el próximo 19 de abril apagará en toda España su red de cobre. Seguramente, en el Valle de Ocón la oleada de robos haya acelerado ese apagón.