El cuerpo de Guillermo Castillo continúa en el Instituto de Medicina Legal de La Rioja tres semanas después de que este organismo notificara a la juez que instruye el caso la conclusión de todas las pruebas forenses. De hecho, 21 días después, la procuradora, tal y como asegura Yolanda Castillo, «aún no dispone de todos los papeles» necesarios para comunicar a la acusación particular «la retirada del cuerpo de mi padre».
Todo ello teniendo en cuenta que una vez se reciba toda la documentación, se procederá a su análisis de forma previa a la disposición del cuerpo de Guillermo con el objetivo de darle sepultura. Dicho de otra forma, «la jueza aún no ha contestado», detalla la hija del hostelero de Cuzcurrita del Río Tirón, trasladando a su vez la información facilitada por su abogado, Marcos García-Montes. «Estos procesos llevan su tiempo». Tampoco existen previsiones de plazos al respecto. «Lo único que me dicen es que hay que esperar», señala la hija del hostelero.
En cualquier caso, son ya casi diez meses desde la fatídica noche del 2 de mayo de 2023, cuando, según la investigación practicada por el Instituto Armado, dos hombres accedieron al domicilio de Guillermo en plena noche y le propinaron una mortal paliza para hacerse con un irrisorio botín de 600 euros, siempre en base a los datos esgrimidos por la Guardia Civil.
Así las cosas, la burocracia mantiene viva la pesadilla de Yolanda Castillo, que, como ha insistido en diferentes ocasiones, encontrará un primer remanso de paz en el momento en el que pueda dar sepultura al cuerpo de su padre.
Todo ello al margen de un proceso legal que continúa su curso y que ha adquirido nuevas dimensiones desde que el mediático letrado García-Montes se hiciera cargo de la acusación ejercida por la familia.
La irrupción del abogado ha propiciado ha imprimido al caso una perspectiva, si cabe, más mediática. Diferentes medios nacionales se hacían eco a finales del pasado mes de enero, de la reconstrucción de los hechos con presencia de los, al menos hasta ahora, dos únicos acusados detenidos por el asesinato de Guillermo Castillo.
Un juicio que podría señalarse antes del próximo verano
Restan diferentes detalles por aclarar sobre el asesinato de Guillermo Castillo, o al menos, eso considera el abogado Marcos García-Montes. A su juicio, «un comando informativo» tuvo que informar a los dos detenidos de la hora en que el hostelero riojano se encontraba solo en su domicilio de Cuzcurrita del Río Tirón.
Considera el letrado, y así lo hizo público, que «habría dos nuevos sospechosos y un testigo». De la misma forma, cree que «existía un plan premeditado con más personas y este plan supone que esperaron un día, que fuera el día», y que ese comando informativo, que «tenemos que saber quién es».
Todo ello a la espera de un juicio que, según las previsiones que mantiene la acusación ejercida por la familia, podría celebrarse antes del verano.