Los delitos cometidos a través de medio telemáticos se disparan y la forma de atajarlos no consigue, al menos de momento, los efectivos índices de resolución de hechos que adquiere la delincuencia convencional. Los datos que ofrece el ministerio del Interior se presumen tajantes. Al cierre del pasado ejercicio 2023 las Fuerzas de Seguridad del Estado tuvieron conocimiento de 2.364 delitos cometidos desde medios telemáticos y aproximadamente la mitad de ellos se clasifican en el epígrafe correspondiente a 'Estafas con tarjetas de crédito, débito o cheques de viaje'.
Fueron en total 1.245 los actos delictivos cometidos de forma online a lo largo del pasado ejercicio. La estadística se presenta abrumadora. Dicho de una forma más gráfica, se denunciaron, solo en el ámbito de la Comunidad autónoma de La Rioja, casi 3,5 delitos al día cometidos por medios telemáticos.
Sin embargo, el capítulo de actos delictivos online esclarecidos que también presenta el área de Gobierno que comanda Fernando Grande-Marlaska, proyecta unas cifras mínimas. Es decir, se resolvieron 378 casos en todo 2023 frente a los 2.364 actos delictivos denunciados.
Y si se fija el análisis exclusivamente en el epígrafe de las estafas con tarjeta de crédito o débito, el esclarecimiento de casos se mueve en líneas similares ya que las Fuerzas de Seguridad resolvieron 69, frente a los 1.243 cometidos en todo el ejercicio. Reflejado en términos porcentuales, un escaso 5,4%.
Se trata de un balance que choca frontalmente con el esclarecimiento de casos de la delincuencia convencional. Por citar un ejemplo evidente, nueve de cada diez delitos contra la libertad sexual terminan por esclarecerse.
En cualquier caso, las cifras de la denominada ciberdelincuencia continúa en términos similares a falta del balance del segundo semestre del presente ejercicio 2024. Eso sí, entre enero y junio pasados se detectaron 1.105 casos, un 11% menos que en el mismo periodo de 2023 pero que de mantener el ritmo, volverá a superar la cifra de los dos mil delitos cometidos por medios telemáticos y, de nuevo, solo en el ámbito de la Comunidad autónoma riojana, siempre en base a los datos que recoge el ministerio del Interior y por excesivos que parezcan.
Evidentemente, la complejidad que entrañan las investigaciones en una modalidad de delincuencia y otra es abismal.
Ahora bien, los delitos online no se circunscriben exclusivamente a las estafas aunque conformen la mayor parte de ellos. De esta forma, y por hacer referencia a alguno de ellos, durante el pasado ejercicio se denunciaron 83 delitos de amenazas a través de medios telemáticos y se esclarecieron 50. Hay que tener en cuenta que los hechos denunciados y esclarecidos contabilizados en un mismo año pueden no referirse a ese año en curso los porcentajes presentan una línea similar año a año.
Estafas informáticas. Otro ejemplo. A lo largo del pasado ejercicio se denunciaron 155 estafas informáticas y se esclarecieron diez. Un porcentaje de resolución de apenas el 6,4% y que llegó al 7,5% durante 2022.
Por otro lado, las Fuerzas de Seguridad del Estado recogieron 16 casos de acoso online y se resolvieron exactamente la mitad. Se denunciaron por otro lado 98 casos de 'Revelación de secretos' mientras que se resolvieron 17 en todo 2023.
Todo ello en un contexto en el que la ciberdelincuencia se presenta aún, como una modalidad delincuencial relativamente nueva y en la que, al igual que en la convencional, los malhechores idean nuevos sistemas y estrategias para cometer sus lucrativos delitos. Y eso, que tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional van especializando equipos destinados a tal fin.
Un reciente artículo, publicado en mayo de este mismo año bajo el título 'La impunidad en los delitos informáticos' se hacía mención a las consecuencias que en este sentido arroja la globalización en el campo de las comunicaciones. «Delitos -señala el artículo- que se cometen en lugares del mundo antes inimaginables».