La muerte de un bebé en Alcanadre aviva el debate de sanidad

R. Muro
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El pequeño de tres meses se atragantó el 2 de junio con la leche del biberón y falleció a las dos semanas en el hospital de Cruces. Salud desvincula el suceso con el hecho de que ese día el Punto de Atención médica de Ausejo permaneciera cerrado

Cartel contra el cierre del PAC de Ausejo - Foto: Óscar Solorzano

Trágico final para un bebé de apenas tres meses de vida que se atragantó con la leche del biberón en la tarde del pasado domingo dos de junio en el municipio riojano de Alcanadre. Todas las alarmas saltaron sobre las 17.50 horas cuando una llamada movilizaba a la enfermería del Punto de Atención Continua (PAC) de Ausejo (el médico había sido trasladado al PAC de Navarrete), así como al facultativo de Murillo de Río Leza. Ambos recursos sanitarios fueron anulados dos minutos después tras activar, ante la gravedad de la situación, a la unidad móvil de soporte vital avanzada del 061 de Calahorra. Tal y como trasladan fuentes de la consejería de Salud, «gracias a la labor de los profesionales se pudo recuperar al bebé» y proceder a su traslado al hospital San Pedro de Logroño. 

Una vez en el complejo hospitalario de la capital riojana, los médicos que analizaron el estado del pequeño consideraron necesario su traslado al hospital de Cruces en Baracaldo. Allí permaneció «sedado» hasta su fallecimiento dos semanas después.

El trágico desenlace airea la situación sanitaria que vive, en concreto, la Zona Básica de Salud (ZBS)  Ausejo-Murillo, que atiende a un total de 25 localidades riojanas entre la ya mencionada Ausejo, pasando por Agoncillo o Arrúbal hasta cubrir todo el valle de Ocón. 

Todo ello se puso sobre la mesa en la reunión celebrada en la tarde del pasado miércoles en la sede 'popular' de Duquesa de la Victoria y en la que la consejera de Salud, María Martín, y la directora general de Salud, Eva María Martínez, habían convocado a los primeros ediles del Partido Popular con el objetivo de informarles sobre la situación sanitaria de sus localidades. En el caso de la ZBS de Murillo, «todo seguirá, de momento, igual», como  trasladó la propia titular de Salud del Ejecutivo riojano. 

Y la situación en esta zona de salud de la Comunidad, no atraviesa, desde luego, su mejor momento. Hasta el 15 de noviembre de 2023, la ZBS contaba con cuatro médicos refuerzo. A partir de esa fecha, cuando un facultativo puso rumbo a Andalucía, y hasta la actualidad, disponen de tres médicos refuerzo, dos de los cuales disfrutan de una reducción de un tercio de la jornada laboral. En estos siete meses, el PAC de Ausejo se ha visto obligado a cerrar su servicio médico, no el de enfermería, en cuatro ocasiones, una de ellas precisamente, el dos de diciembre, que coincidió con al atragantamiento del bebé. 

Fatídicas coincidencias ya que el pasado 11 de junio, un hombre de 75 años sufría un infarto agudo de miocardio a las 13.50 horas por el que fue ingresado en la UMI del San Pedro. El PAC de Ausejo permanecía ese mismo día cerrado de 8 de la mañana a 15 horas ante la falta de personal. Al igual que en el caso del bebé, se activó al PAC de Murillo, y poco después a la UME de Calahorra. En definitiva, dos avisos calificados de M-0, que en el código sanitario alude a una urgencia vital en el que el servicio médico del Punto de Atención Continua de Ausejo permanecía cerrado sin médico. 

Desde el área de Gobierno de Salud aseguran que «el protocolo (en el caso del bebé) funcionó perfectamente» y sería «nada acertado vincular su fallecimiento a otras cuestiones» como el cierre del PAC Ausejo. De hecho, la propia Consejería afirma que, al menos hasta el momento, no tiene constancia de que la familia del bebé haya interpuesto reclamación o denuncia alguna. Mientras tanto, en Ausejo, evidencia con un cartel su lucha para que no cierre su PAC.

«Hay mal rollo entre los propios médicos; algunos solo quieren Urgencias porque cobran más»

La situación en el servicio médico de la Zona Básica de Salud de Murillo de Río Leza apunta a la falta de facultativos, como muchos otros, pero también responsabiliza a los propios médicos que desempeñan su labor en la zona. La salida del profesional de Andalucía, el que cumplimentaba la cuarta plaza del cupo, «se debió al mal rollo que existe entre los propios» facultativos, aluden diferentes fuentes consultadas por este periódico. La coordinación entre ellos «es prácticamente imposible ya que hay algunos que solo quieren realizar servicios de Urgencias debido a que cobran más». Así de tajante se mostraban ayer voces autorizadas de la zona de salud. 

Y una evidencia más. Un documento remitido en el día de ayer, relataba, con todos los detalles  técnicos, lo sucedido en estas últimas semanas en la ZBS, incluido el caso del bebé de tres meses. El informe, que solicita un médico refuerzo más, otro para la consulta de Murillo y que «la Consejera sea conocedora del agravante que supone la dispersión geográfica de la zona», llega bajo la autoría de profesionales médicos de la zona. Ahora bien, los dos profesionales de la medicina asignados en esta misma zona de salud consultados por El Día de La Rioja, desconocían su existencia. Sin embargo, sí se puso en conocimiento de los alcaldes del PP tras la reunión celebrada el miércoles con María Martín, aunque al margen de la oficialidad de la consejería de Salud.

La ZBS Murillo incorporará un cuarto médico  en agosto

La Zona Básica de Salud de Murillo de Río Leza contará con un nuevo facultativo a partir de mediados de del próximo mes de agosto, o a más tardar, a finales de ese mismo mes. Son las previsiones trasladadas a los alcaldes del Partido Popular en la reunión mantenida en  la sede de Duquesa de la Victoria el pasado miércoles por las responsables del área de Salud del Gobierno de la Comunidad autónoma. 

De hecho, el problema, según las fuentes consultadas por El Día de La Rioja, «está precisamente en Murillo». De allí salió «no hace demasiado» un médico que decidió trasladarse a su tierra, Andalucía. 

El fatídico suceso del bebé de tres meses ha avivado, aún más si cabe, la problemática actual de la sanidad y, en concreto, la falta de facultativos. Desde la propia Consejería riojana solicitaron recientemente al ministerio de Sanidad medidas que contribuyan a paliar una situación que afecta a todas las comunidades.