La Guardia Civil ha intervenido material pirotécnico artesanal de gran potencia en el dispositivo de control que tiene en las entradas a Logroño con motivo de las fiestas de San Mateo, para prevenir el uso de armas y el tráfico de drogas.

Según ha informado la Guardia Civil, la actuación se llevó a cabo durante la mañana del día 16, cuando los agentes dieron el alto a un vehículo en el que iban dos personas, conductor y acompañante.

Durante el proceso de identificación los agentes constataron el historial delictivo de uno de ellos, por lo que procedieron al registro de sus pertenencias, hallando en su mochila un total de 10 artefactos pirotécnicos, cuatro de ellos de gran potencia y de fabricación casera.

Esta persona y su acompañante se dirigían a la Plaza del Ayuntamiento de Logroño para detonar los artefactos pirotécnicos durante el disparo del cohete de San Mateo, lo que hubiera provocado una alteración grave del orden público.

Hasta la finalización de los San Mateos 2023 la Guardia Civil intensificara los controles de prevención de la seguridad ciudadana, alcoholemia y drogas en las entradas y salidas del término municipal de Logroño.

Durante las fiestas se incrementa el uso de productos pirotécnicos por parte de los más jóvenes, donde en algunas ocasiones se puede observar cómo niños de corta edad, manipulan estos artefactos con un mechero en la mano.

Estos artificios, conocidos popularmente como petardo y cohetes, en las manos de los más pequeños, pueden llegar a producir heridas de distinta consideración: amputaciones, pérdida de visión y audición, además de lesiones en órganos internos.

Para evitar cualquier tipo de imprevisto, y como norma general, se recomienda ver las instrucciones que aparecen en los recipientes de almacenamiento de los artefactos pirotécnicos; donde se detalla la edad a la que se autoriza el uso del producto, características y posibles medidas de precaución.

La venta de este tipo de artefactos debe hacerse desde los establecimientos autorizados, dada su extremada peligrosidad, así como sus riesgos imprevisibles.

El portador de estos artefactos ha sido propuesto para sanción por infracción muy grave a la Ley 4/2015, de protección de la seguridad ciudadana, por lo que se enfrenta a una pena de multa de 30.001 a 600.000 euros