Las Gaunas se le atraganta a la SD Logroñés. Y de qué manera. Una vez más, los blanquirrojos empataron en su feudo, ayer contra el Tudelano, en un partido donde el equipo de Pouso perdonó y no fue capaz de deshacer el empate en una segunda parte donde tuvo ocasiones de todos los colores, eso sí, sin acierto.
La primera mitad tuvo Diego como nombre y Lamadrid como apellido. El cántabro fue la personificación de un equipo que salió al terreno de juego mucho más enchufado que su rival y con la orden directa de ir desde el primer minuto a por la victoria, sin miramientos. La tarde invernal de Las Gaunas, con frío y lluvia a partes iguales poco importó a una SD Logroñés que Lamadrid se encargó de hacer entrar en calor. Primero, con un disparo tras robo que provocó la primera intervención de Peñalver para despejar a córner. Así comenzó el dominio blanquirrojo, acumulando constantes llegadas pero a falta de ese último pase que les diera el primero de la tarde. Enfrente, aguardaba un Tudelano en campo propio esperando a salir al contragolpe, aunque estas acciones nunca llegasen a buen puerto.
Insistió la SD Logroñés, en un nuevo intento de Lamadrid que se marchó desviado. Tres minutos después, la constancia iba a tener premio. En una falta unos metros más atrás de la frontal, el 8 blanquirrojo dirigió su chut directamente a portería y este, con algo de fortuna, golpeó en la cabeza de un integrante de la barrera para desviar por completo la trayectoria e inaugurar el marcador. Calmó el partido el bloque de Pouso, que dio un paso atrás y cerca estuvo de castigarlo el Tudelano de no haber sido por la intervención de Uri.
Quien sí lo castigó fue Johan Mejías. Apenas un minuto había transcurrido desde que los jugadores habían regresado al terreno de juego y una mala entrega de Álvaro García hacia atrás, combinado con la falta de entendimiento y contundencia en la zaga blanquirroja, provocaron que el delantero visitante pusiera las tablas nada más comenzar la segunda mitad.
repetida. Lo que pasó desde el empate hasta el final del partido fue darle al 'play' a una película que se ha visto unas cuantas jornadas esta temporada en Las Gaunas. La SD Logroñés lo intentó. No como un equipo que busca desesperadamente el gol trenzando jugadas aleatorias. Buscó el tanto del triunfo de todas las maneras: llegadas por bandas, por el centro, a balón parado, en transición, tras robar en campo contrario…
Tuvo hasta cinco ocasiones claras para ponerse por delante. Dos se marcharon directamente fuera y las otras tres requirieron actuaciones extraordinarias de Aimar Peñalver, que salió muy reforzado de Las Gaunas. El guardameta navarro le negó el gol a Beñat Gaubeka, en una llegada desde atrás en la que sacó una manopla casi en la escuadra y que terminó en saque de esquina con la ayuda del travesaño. Jugadas después, en el acoso y derribo que protagonizaba una SD Logroñés volcada en ataque, demostró sus reflejos sacando la mano arriba para enviar a córner el disparo de Lamadrid, así como también lo hizo en la acción posterior, en un remate de Montero evitando el gol con una mano izquierda felina.
Era indiferente, la SD Logroñés no iba a encontrar el gol de ninguna de las maneras y además, casi tuvo que dar las gracias por el punto, porque cuando el partido agonizaba, una mala entrega de Uri a su compañero dejó a Raúl Arias solo en el mano a mano, disparando fuera. Pitido final y nuevo reparto de puntos en Las Gaunas de una SD Logroñés que cumple un mes sin ganar.