La Rioja continúa con una productividad inferior a Europa

Feli Agsutín
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Aparece como la cuarta con mejores datos del país y muestra dinamismo en la última década, dentro de un panorama nacional apático. El sector financiero alcanza la mayor cota del país, destaca el pobre comportamiento de industria

La construcción riojana es una de las menos productivas del país. - Foto: Óscar Solorzano

«Mejorar los niveles de productividad no solo debe ser un objetivo como país, sino también una apremiante necesidad para no quedar rezagados tanto de las tradicionales potencias económicas mundiales como de las nuevas economías que emergen con fuerza en el panorama internacional». La reflexión del presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentín Pich Rosell, es consecuencia del «preocupante panorama» que arroja España, con unos pobres resultados en materia de competitividad, una carencia que se prolonga en el tiempo.

Así lo constata el Análisis de la productividad del trabajo en las Comunidades Autónomas españolas, elaborado por el Colegio, y que constata que España y sus comunidades han perdido posiciones en el contexto europeo desde 2013.

La misma suerte ha corrido La Rioja que, no obstante, muestra buenos datos en un contexto nacional poco alentador, que no ha conseguido mejorar sustancialmente y de manera continuada su eficiencia productiva en la última década.

Sin perjuicio de ello, esta comunidad se mantiene, diez años después, como la quinta comunidad más productiva del país, dentro de un listado que continúan encabezando las habituales País Vasco, Comunidad de Madrid y Navarra, las tres únicas que superan la media europea.

A pesar de que esta comunidad, según el estudio de los economistas, se coloca en el puesto 138 de las regiones europeas, con un índice de 90,1, se encuentra más cerca de la primera de España, País Vasco, con 106,2, que de la última, que es Extremadura, con 74,2.

En el conjunto del país, las  comunidades que se sitúan por encima de la media española son País Vasco, Madrid, Navarra, Cataluña, La Rioja e Islas Baleares, mientras que Murcia, Extremadura, Canarias, Andalucía y Melilla muestran los peores registros. Esta comunidad muestra también mejor comportamiento en cuanto a la evolución de la productividad en una década, con una media anual de entre 0,3% y el 1% desde 2013.

Productividad sectorial. El informe del Colegio de Economistas analiza también la productividad sectorial, donde constata que actividades inmobiliarias y financieras y de seguros, junto a los sectores industriales y de información y comunicaciones, son los más eficientes en el conjunto del país, una afirmación que comparte La Rioja solo a medias, aunque con un comportamiento general mejor que la media. De hecho, el sector financiero riojano se presenta con la mejor tasa de productividad del país, que han calculado en 120 euros/hora, casi 30 euros más que el 91,4 del conjunto nacional. Por lo que respecta a la agricultura, un sector que muestra un valor de productividad muy bajo en España, arroja en La Rioja un muy buen comportamiento, el segundo mejor del país, solo por detrás de Navarra, que se destaca del resto. Información y comunicaciones también es más productivo en esta comunidad, aunque uno de los sectores prioritarios de La Rioja, la industria -es la segunda región donde más peso tiene en el conjunto nacional, superada por la comunidad foral- arroja un pobre comportamiento.

Según estima el estudio, la productividad de la industria riojana se sitúa en 41,5 euros/hora, mientras que la del conjunto del país alcanza 44,8 euros;y aunque Navarra muestra un nivel más alto -con 47,5 euros- se mantiene alejada de la comunidad más productiva, Cantabria, con 52,3 euros. 

Por lo que respecta a construcción, La Rioja se presenta como la región que ofrece peores resultados, con 22,3 euros frente a los 26 nacionales, en una clasificación que lidera destacado el País Vasco, 40,3 euros/hora. También se sitúa en la cola en actividades inmobilarias, con 234 euros/hora, a una distancia sideral de los 932 de Euskadi -muy por delante del resto de territorios-, pero con igual cifra que Madrid.

En general, la menor precariedad del empleo contribuye a una   productividad más alta, mientras la implantación de empresas de mayor tamaño propicia un valor más elevado de la productividad; en el sentido opuesto, el peso más relevante de las microempresas dificulta alcanzar niveles destacados de eficacia.