"Los juegos de mesa trabajan la planificación y la tolerancia"

David Hernando Rioja
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Este profesional usa este tipo de entretenimiento en la educación de los alumnos del Navarrete El Mudo. Defiende que mejoran las relaciones familiares

El orientador educativo, José Pellejero, eligiendo unos juegos de mesa en su casa - Foto: Óscar Solorzano

Los colegios no solo están formados por profesores, sino que también tienen orientadores educativos. Este es el trabajo de José Pellejero Gil, quien forma parte de la plantilla del CEIP Navarrete El Mudo desde el año 2020.

Explica que los orientadores son profesionales especializados en el asesoramiento y contextos educativos. «La formación que tenemos puede ser psicología o pedagogía, entre otros. En su caso, mi formación es psicología y de maestro», detalla este profesional. 

Una de las peculiaridades de Pellejero es que es aficionado a los juegos de mesa, y los utiliza en su trabajo como orientador. «Inicié un proyecto para ver como los juegos de mesa podían ayudarnos a los aprendizajes en la escuela. Fue un poco la eclosión de utilizarlos en el aula», apunta.

Afirma que los juegos de mesa trabajan las funciones ejecutivas, es decir, la planificación, la toma de decisiones o la atención. «También tocan temas como la tolerancia a la frustración, las emociones, aprender a sobrellevar la victoria y el fracaso», añade.

Durante sus años como orientador, Pellejero indica que ha notado motivación, entrega de los niños y una mayor interacción para que «los niños dialoguen, colaboren y se entiendan». «Los juegos son una situación de aprendizaje ideal porque están aprendiendo mientras juega. Son una herramienta educativa, como otras», destaca.

Los juegos de mesa, subraya, crean situaciones donde uno se puede expresar libremente. «Si uno pierde lo puede gestionar, puede expresar sus emociones, y además, se puede abrir a la gente», señala.

Otro aspecto positivo de los juegos de mesa es que permiten a los padres y madres conocer mejor a sus hijos e hijas. «En casa y en un entorno familiar, los juegos hacen que los progenitores se relacionen con sus niños y aprendan sus reacciones. Esto permite tener una relación más directa entre padres e hijos», concluye Pellejero.