El frío es el enemigo número uno estos días de las consultas y los servicios de urgencias, por la intensa afluencia de enfermos de gripe y otras patologías respiratorias, pero tiene un efecto balsámico en la cabaña ganadera para librarse de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), que durante los meses más cálidos ha tenido en jaque a muchos productores de vacuno de todo el país y también en La Rioja. 

En estos momentos, la comunidad riojana está declarada como 'zona estacionalmente libre del vector', o lo que es lo mismo, sin presencia del mosquito (vector) que transmite el virus que provoca la EHE con su picadura a los animales, como han confirmado a El Día de La Rioja fuentes de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente.

Desde ese departamento explican que «al tratarse de una enfermedad vectorial, la circulación del virus disminuye, hasta su desaparición, en épocas en las que no existe presencia del vector, como en estos momentos en La Rioja».

La razón de que el insecto culpable de la propagación del popularmente conocido como 'covid de las vacas', un mosquito del género Culicoides spp., desaparece con las temperaturas frías, aunque vuelve a salir de su hibernación en los meses cálidos. Las condiciones actuales de ausencia del mosquito transmisor del mal, de acuerdo con lo establecido en el Reglamento 688/2020, La Rioja se considera 'zona estacionalmente libre del vector'.

En La Rioja, a lo largo de 2023 se comunicaron focos de la enfermedad en siete comarcas, en las zonas de Arnedo, Calahorra, Logroño, San Román de Cameros, Torrecilla en Cameros, Nájera y Santo Domingo. Con datos de finales del pasado mes de octubre, sobre un censo de 8.265 animales, se habían confirmados positivos por EHE en 141 ejemplares y comunicado la muerte de 16 reses.

 La enfermedad hemorrágica epizoótica es una afección vírica infecciosa no contagiosa transmitida por vectores (Culicoides spp.), que afecta a rumiantes domésticos y salvajes, generalmente vacas y toros así como a ciervos y corzos. 

La EHE no se transmite a los seres humanos ni afecta al consumo de carne y leche de las reses afectadas, que pueden tomarse sin problemas. Los síntomas para los animales enfermos son fiebre, inapetencia, adelgazamiento, abortos y en casos extremos la muerte.