El sector turístico aguarda el verano con altas expectativas

Feli Agustín
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Hoteles y casas rurales confían en que una ocupación del 80%, particularmente en agosto; los cámpings esperan un casi lleno y coincide en el que los festivales u otras actividades aumentan la ocupación

El sector turístico aguarda el verano con altas expectativas - Foto: Ingrid

Los establecimientos turísticos riojanos han recibido el primer cuatrimestre del año más de 202.000 visitantes -con cifras muy similares en marzo y abril, alrededor de 67.000-, una afluencia que supone un incremento del 5% respecto a los cerca de 192.000 del mismo periodo de 2023.   Estos datos pueden interpretarse como un buen augurio para la campaña de verano, que está a punto de iniciarse, y en la que nuestro país espera batir, de nuevo, todos los récords. Sin perspectivas tan elevadas como las comunidades de playa, las expectativas también son muy optimistas para los alojamientos riojanos, tanto en hoteles, como en cámpigs y casas rurales.

«Se espera un buen verano», confirma Demetrio Domínguez, presidente de la Asociación Riojana de Hoteles, que, no obstante, muestra su incertidumbre, «un año más», ante el retraso en la confirmación de reservas,  una  circunstancia que atribuye a que La Rioja es una comunidad «de paso», donde la hotelería no suele ser el primer destino de familias o pequeños grupos de amigos, que suelen decantarse por cámpings o casas rurales. No obstante, alberga la esperanza de que La Rioja permanezca en  las mentes de los visitantes como destino para alojarse, al menos, dos noches en una comunidad pequeña, que facilita los desplazamientos.

Domínguez, que siempre se muestra muy cauto en cuanto a sus vaticinios, espera que el turismo se reparta de manera equilibrada por todo el territorio y agosto sea un «muy buen mes», con ocupaciones  de un 80%, habida cuenta de que en julio se trabaja mejor los fines de semana.

Con más turistas extranjeros el primer cuatrimestre, los nacionales son el primer mercado veraniego -catalanes, vascos y madrileños, particularmente-, el presidente de la asociación de la FER apunta que los precios han aumentado, aunque no ha podido repercutir los incrementos de los dos últimos años. «Aunque sí vamos a tener que subir las tarifas», afirma Domínguez, que argumenta que «habrá que seleccionar mejor nuestro cliente final, acoplándonos a la calidad que queremos ofrecer».

Con el arranque el jueves de los grandes eventos del verano, con el festival Gran Reserva de Calahorra, el hotelero afirma que cualquier actividad, bien sea de carácter lúdico, artístico o deportivo, tiene un efecto notable en los hoteles, que alojan a espectadores, trabajadores o cantantes.

Jon Salgado, presidente de la patronal de cámpings, afirma al respecto el importante efecto que se  constata del festiva Rock Land, del 19 al 21 de julio en Santo Domingo, que refuerzan las altas expectativas que albergan para el verano, particularmente desde mediados de julio hasta los últimos días de agosto. «Si no completos, esperamos superar el 90%», señala el responsable del cámping calceatense, que señala que, de momento, la mayor afluencia se centra en fin de semana. No obstante, resalta que la cercanía de los principales usuarios, los vascos, de las acampadas riojanas favorece las excelentes ocupaciones de sábado y domingo. Cántabros y madrileños son también clientes destacados de los cámpings riojanos, que fuera de temporada reciben mayor número de extranjeros. Salgado, con buen ánimo, apunta que la ocupación sigue más elevada que el periodo anterior a la pandemia.

Bien en casas rurales. También optimista se muestra José Joaquín Sanz, presidente de la Asociación de casas rurales, Ascarioja, que confía en que se prolonguen los buenos niveles de ocupación de los últimos veranos, gracias, en particular, a que los huéspedes que retornan tras su primera estancia. «El índice de repetición de quienes han conocido nuestros pueblos y casas rurales es del 65%», afirma el presidente de una asociación, también integrada a la FER, que deduce que esta tasa es consecuencia del buen hacer y servicios de los alojamientos y el «nivel de relax que ofrecen» los municipios.  «Creemos que va a ser un verano positivo, gracias también a la promoción que de su pueblo y su comarca realizan los propietarios de las casas rurales», afirma Sanz, que señala que son las localidades  de sierra, con noches frescas, «tienen cierta ventaja» sobre otro municipios, fenómeno al que se une la llegada de más visitantes del sur de España. 

El País Vasco es también el principal mercado de las casas rurales riojanas, que en verano notan mayor afluencia de madrileños y catalanes, con estancias más largas, entre dos y siete días, y un promedio de cuatro,  una inyección «muy importante», tanto para los alojamientos como para los pueblos.

Sujetos también a reservas de última hora, confían que la ocupación supera el 80% porque La Rioja «siempre sorprende».