Alrededor de las nueve menos cuarto de la noche del Día de San Bernabé, la UNIR (Universidad Internacional de La Rioja) remitía un correo a los medios de comunicación en el que informaba que había solicitado ese mismo día a los grupos parlamentarios la posibilidad de poder impartir docencia en todas las modalidades, incluida la presencial, lo que supondría una cambio de calado en su metodología, hasta ahora únicamente virtual. Doce horas después, el PP presentaba una iniciativa en el Parlamento que garantiza que la universidad privada podrá cumplir su deseo de contar con alumnos en las aulas, gracias a la mayoría absoluta de los populares.
La Universidad de La Rioja (UR), la principal afectada por esta modificación, no escondía también ayer su sorpresa por la «premura» y la «prisa» en la que se ha fraguado este «cambio sustancial» en la metodología de UNIR, que supondría un gran impacto en el ecosistema universitario riojano, y al que se opone frontalmente.
Vía, igualmente, de comunicado, la UR deja claro su posicionamiento ante una petición que, a tenor del contenido de la nota de prensa, le ha pillado con el pie cambiado y recuerda que la aprobación de la UNIR, en 2008, se fundamentó en que se trata de una universidad virtual, online y no presencial, por lo que su impacto en la oferta pública sería escasa, algo que, cuando se concrete este cambio provocará un giro de 180 grados.
Para explicar la afección que le supondría, retoma las afirmaciones del rector de la UNIR, José María Vázquez, en las que manifiesta su aspiración a impartir docencia presencial en aquellos estudios que así lo requieran, que deduce, serían, entre otros, medicina, enfermería, los grados en educación infantil y primaria o el master de profesorado, que ya ofrece la universidad pública o están a punto de implantarse, tal es el caso de medicina. En este contexto, el consejo de dirección de la UR apela al Parlamento a priorizar los recursos necesarios para garantizar una enseñanza pública de calidad en estas titulaciones frente a una oferta presencial privada. «Sería deseable que el Parlamento de La Rioja en lugar de apostar por la presencialidad de la universidad privada aprobase un paquete de ayudas económicas para mejorar las infraestructuras docentes y de investigación de la universidad pública de La Rioja y para ofertar más plazas», argumenta, al tiempo que apela a que «bajo ningún concepto» se apruebe la petición de UNIR sin haber marcado los límites que avalen el acceso a una educación pública de calidad.
La UR, que muestra su «decepción y malestar» con la universidad privada por no haber abierto un canal de diálogo, espera que se produzcan las conversaciones necesarias con «todos y cada uno» de los estamentos públicos y políticos que permitan una convivencia real y serena de las instituciones de educación superior en La Rioja.
Por ello, razona que la decisión del Parlamento debe basarse en un análisis y una reflexión responsable, sosegada», con la participación de la propia UR.
«No perjudica a nadie». La UNIR refrendó ayer la solicitud efectuada la víspera por el rector y su consejo social, presidido por Jordi Sevilla, ministro de Administraciones Públicas en el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, avala
«la legítima» petición de impartir docencia en las tres modalidades, virtual, híbrida y presencial.
«Es perfectamente razonable, beneficia a todo el mundo y no perjudica a nadie», argumenta y muestra su agradecimiento a los grupos parlamentarios porque «nos han escuchado, han entendido nuestra situación y aprecian la importancia de la labor educativa de UNIR tanto en España como en América». Refuerzan su gratitud con los partidos que ya han manifestado que apoyarán su petición -PPy VOX- y el rector, José María Vázquez, asegura que respeta las manifestaciones del consejo de dirección de la UR, pero no comparten su visión.
Recordó que se trata de una universidad joven, aunque tiene ya 15 años, con un crecimiento muy notable y argumenta q ue durante este periodo la mayor parte las universidades se han digitalizado de manera razonable, algo que la pandemia aceleró.
Vázquez reflexiona que las autoridades educativas han reflejado esta realidad en la regulación del sector, y desde el año 2021 todas las universidades de nueva creación pueden impartir docencia en las tres modalidades. «Lo único que pedimos es actualizar nuestro régimen jurídico de acuerdo con dicha normativa», reitera el rector de UNIR, que asegura que mantendrá su vocación de universidad riojana y de «decidida» vocación virtual.
Las reacciones. razonables» El grupo popular presentó ayer una una enmienda a la Proposición de Ley de medidas administrativas y presupuestarias urgentes para la mejora de la prestación de los servicios públicos, que se tramita en el Parlamento regional para que UNIRpueda impartir clases presenciales. Entiende que los argumentos que ha esgrimido «son razonables» para que pueda seguir siendo competitiva, «desarrollándose y creciendo en igualdad de condiciones que otras universidades similares en otras comunidades».
El PSOE lamenta las formas utiizadas en este proceso y no entiende la urgencia en la tramitación, ni la técnica legislativa utilizada, a través de una enmienda. Apunta que desconoce la enmienda presentada por el PP y, por eso y ante la trascendencia de esta cuestión, su postura siempre ha sido «la clara defensa del desarrollo, la sostenibilidad y la calidad de la universidad pública».
IU-Podemos considera preocupante la actitud demostrada por el PP, que se muestra «presto y dispuesto» a resolver los «pequeños» problemas de la universidad privada y deja de lado los que interesan a la pública. Igualmente, se muestra «radicalmente en contra» del mecanismo que va a hacer posible su aprobación en el Parlamento a través de una enmienda, «sin pies ni cabeza, porque no tiene ninguna relación con el resto de articulado», explica la diputada Henar Moreno.
«Vox no va a cerrar puertas a la UNIR, que debe seguir creciendo en igualdad de condiciones a otras universidades, con enseñanzas de manera presencial, semipresencial y virtual», señala Ángel Alda, su portavoz parlamentario, que valora su presencia en los países latinoamericanos. En lo que coincide con el resto de partidos de la oposición es en el rechazo a la utilización para su aprobación de una enmienda a la ley ómnibus, y considera más adecuado hacerlo por el procedimiento habitual, «en vez de por la puerta de atrás, que pueden generar dudas o sospechas» sin motivo para ello.