La Rioja ha ganado 67.836 habitantes desde que es autonomía, al crecer su población el 26,5 por ciento y pasar de los 256.390 ciudadanos cuando se aprobó el estatuto a los 324.226 registrados el pasado 1 de enero.
Madrid, Cataluña y Andalucía han ganado más de dos millones de habitantes cada una y casi 6,5 millones entre las tres desde que son autonomías, mientras Asturias, Castilla y León, Galicia y Extremadura han perdido en conjunto 443.000 residentes desde que se convirtieron en comunidades.
La comparación entre el último dato de población facilitado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero de 2024, y el número de habitantes de cada provincia en la fecha -lo más aproximada posible- en que echó a andar su comunidad permite dibujar dos Españas demográficamente muy diferentes en estas más de cuatro décadas de Estado de las autonomías.
Una es la España que gana población, formada fundamentalmente por las comunidades insulares, casi todas las provincias del arco mediterráneo y Madrid, Guadalajara, Toledo, Navarra y Áraba/Álava y otra la España que pierde habitantes o no los gana al ritmo que la media del país, localizada en el tercio noroeste y el este y sur interiores.
Por comunidades, entre las primeras destacan en cifras absolutas Madrid, con 2.222.683 habitantes más desde que se constituyó en comunidad autónoma en febrero de 1983; Cataluña, con 2.145.610 más desde finales de 1979; Andalucía, con 2.122.129 residentes más que a finales de 1981; y la Comunidad Valenciana, con 1.626.741 más que en el verano de 1982.