Sus objetivos a corto plazo son el Campeonato Internacional de Tirana (Albania) y el Campeonato de España sub-21, en su primera participación en esta categoría. «Y si hay posibilidades, luchar por una plaza en el Mundial de Corea del Sur». Pero en el horizonte, su sueño «y como el de cualquier otro deportista» no es otro que el de «acudir a unas Olimpiadas». Y es que con este ritmo, no es descartable que Alicia Alonso, una joven logroñesa de 16 años, llegue a estar presente en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028.
Alonso se proclamó el pasado fin de semana Campeona de España Junior en Benidorm. No es la primera vez que ostenta este título, puesto que ya lo consiguió en 2022 cuando era cadete. Y es ella misma la que desvela los ingredientes de su recientes éxitos. «Lo más importante han sido las ganas, no rendirme y aprender de los errores. Eso, junto a la constancia y querer mejorar te hacen siempre mejor deportista», indica Alonso, que detalla que entrena cerca de diez horas semanales en el Club Ciudad de Logroño 2011.
En este campeoanto, «iba a que saliera lo mejor posible todo lo que habíamos estado entrenando. Habíamos trabajado mucho para este objetivo, veníamos de buenos resultados y entré como segunda del ranking. Tuve cuatro combates, cada uno más difícil que el anterior y conseguí el oro remontando en el último combate», relata. Su entrenador, Jonatan Narro informa de que la expectativa era «llegar a las medallas». «Alicia venía de hacer un trabajo internacional realmente bueno y tras mucho meses de esfuerzo, sacrificio, trabajo y fines de semana sin parar, como cualquier otro deportista profesional, se vio recompensado», añade.
Sus inicios juntos se remontan al 2012, cuando Alonso era una niña de cuatro años que comenzó a practicar taekwondo porque su hermana mayor había empezado un año antes y su padre también lo había hecho desde joven. «Probé algún otro deporte como el fútbol, que me gusta mucho pero lo dejé de practicar aunque lo siga viendo», explica la joven de la capital riojana que ha dedicado su vida al taekwondo.
Desde esos inicios, quien mejor la conoce es su entrenador, que la define como «la alumna que todo entrenador querría tener». «Es muy responsable, tiene ganas, le gusta, nunca hace falta decirle nada... es como de la familia. Alguien que tiene tanta hambre es muy fácil entrenar con ella. Es el resultado de la fusión de la inteligencia, con esfuerzo y más esfuerzo», apunta Narro, quien también reconoce su trabajo: «talento ha tenido dese pequeña porque siempre ha acumulado buenos resultados, pero el que no trabaja no consigue llegar a ningún sitio en cualquier deporte».
SALUD MENTAL. Así, tanto alumna como maestro reconocen su trabajo y la importancia de la salud mental en el deporte. «En todos los deportes importa, pero es necesario trabajarlo, confiar en tu trabajo y tener buenas expectativas, sin confiarte para creer siempre en ti mismo», afirma Alonso. A la vez, Narro destaca que lleva años trabajando con un psicólogo deportivo y que ello le ha hecho caer en la cuenta de siente que es «mucho mejor entrenador que antes». «Sobre todo porque utilizamos unas pequeñas herramientas que ponemos en práctica durante los entrenamientos; unos gestos que le van a permitir, dentro deuna competición no innovar, porque lo tiene asumido al haberlo realizado cotidianamente dentro de una sesión de entreno», subraya.
Al final, detrás de los éxitos, siempre hay una mezcla de incontable trabajo físico combinado con la fortaleza mental. Es por eso que se puede permitir soñar con los JJOO de Los Ángeles 2028, pero manteniendo, eso sí, siempre los pies sobre la tierra.