Menos cantidad de alimentos para repartir y las mismas peticiones de personas que los solicitan. Es el difícil panorama que afronta el Banco de Alimentos de La Rioja, que percibe que el nuevo sistema de reparto de alimentos implantado por la Unión Europea (UE), mediante la entrega a los beneficiarios de unas tarjetas monedero, no ha logrado acabar con las 'colas del hambre'. Ese sistema consiste en entregar tarjetas para comprar en hipermercados la cantidad de comida que venía aportando Europa hasta este año a los bancos de alimentos, para que estos a su vez los repartiesen entre las organizaciones benéficas que trabajan con personas desfavorecidas.
«No sabemos muy bien cómo está funcionando el sistema y cuántas tarjetas monedero se han repartido, pero en el Banco de Alimentos no ha descendido el número de beneficiarios», asegura el presidente de la entidad en La Rioja, Juan Carlos Fernández Ferraces, que remarca que esta constatación no es una crítica al nuevo sistema, puesto que no tienen datos sobre cómo se está aplicando, y señala que tal vez lo que esté ocurriendo es que aumenta el número de personas en situación de pobreza.
De cualquier modo, lo que sí tienen comprobado es que si en 2023 del Banco de Alimentos salieron productos alimentarios para ayudar a 10.885 personas, a finales del presente año la cifra será similar. Lo que será difícil de conseguir es igualar la cantidad de comida distribuida. El pasado año se entregaron 1,3 millones de kilogramos y a estas alturas de 2024 van repartidos unos 800.000 kilos, lo que hace poco probable igualar aquella cifra, pese a que los dos últimos meses suelen importantes en acciones de recogida.
APORTACIÓN EXTRAORDINARIA. Aunque el Banco de Alimentos ha recibido una aportación económica de carácter extraordinario por parte del Gobierno riojano para comprar 132.000 kilos de comida para paliar lo que ya no llegará de la UE, el año pasado ese contigente europeo fue de 207.376 kilos, una cifra que ya venían recortándose, porque en 2020 fueron 350.000 kilos los recibidos. La solución a ese desfase es reducir el número de kilos de comida que se entrega a cada persona, «para no dejar desatendido a nadie», indicó el presidente del Banco de Alimentos. En 2023, el ratio era de 121,47 kilos de alimentos por persona al año, una cantidad que ya se había reducido con respecto a 2021, cuando se dieron 132 kilos y 2019, cuando fueron 147.
El Banco de Alimentos de La Rioja espera que la solidaridad ciudadana funcione en su principal campaña anual, la Gran Recogida, que tendrá lugar los próximos días 22, 23 y 24 de noviembre. El Día de La Rioja intentó conocer en boca de Cruz Roja, organización a la que se ha encomendado el reparto tarjetas monedero, cuántas se han repartido en La Rioja y a cuántas personas benefician, pero la entidad se remitió al Gobierno regional, que tiene las competencias en materia de Servicios Sociales. Por su parte, la Consejería de Salud y Políticas Sociales del Ejecutivo regional declinó igualmente facilitar esos datos, al señalar que en breve ofrecerá de manera oficial información al respecto.