Pajares y González Lacasa rozan ya mínimos históricos

R. Muro
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Ambos embalses registran el segundo peor dato de la serie histórica de las últimas dos décadas

Imagen del embalse de Pajares tomada el pasado día 20. - Foto: Óscar Solorzano

La prolongación de la sequía junto a la escasez de lluvias en los últimos meses hacen mella en los embalses riojanos de González Lacasa (El Rasillo)  y de Pajares. Ambos registran su segundo peor dato histórico de las últimas dos décadas. 

En el caso del González Lacasa, el promedio de los últimos veinte años para un 22 de agosto (últimos datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Ebro) se sitúa con un volumen de 15,3 hectómetros cúbico cuando el pantano embalsa actualmente 9,1 hectómetros cúbicos. Dicho de otra forma, algo más de 6,2 hectómetros cúbicos de lo habitual en un 22 de agosto. Hay que tener en cuenta que la cuenca del Iregua, donde desembalsa el González Lacasa se encuentra desde hace meses en una situación de emergencia declarada por la propia Confederación. Solo el año 2066 registra un volumen inferior de 8,2 hectómetros cúbicos.

Similar situación atraviesa el pantano de Pajares. Su promedio para un 22 de agosto se sitúa en 16,4 hectómetros cúbicos y en la actualidad acumula 9,4 hectómetros cúbicos. En este caso, solo el año 2017 registró un volumen inferior con 9,2 hectómetros cúbicos, es decir, casi igual que el pasado 22 de agosto del presente ejercicio.

Mientras tanto, el pantano de Mansilla resiste el arreón de la sequía y se mantiene ligeramente del promedio de las últimas dos décadas (35,8 hectómetros cúbicos) con un volumen a fecha del 22 de agosto pasado, de 38,2 hectómetros cúbicos. De hecho, estos días ni siquiera se aprecia el pueblo abandonado e inundado, que salió a la luz, por ejemplo, en 2017, con un volumen de 12,1 hectómetros cúbicos.