Pequeños pasos que en el medio rural aquejado por el desierto demográfico suponen un salto cuantitativo y cualitativo de grandes dimensiones. El Plan Revive, puesto en marcha por el Ejecutivo regional el pasado 10 de mayo, cierra el año, que no la convocatoria, con 530 solicitantes (algunas solicitudes integran a dos solicitantes) de compra, rehabilitación o autopromoción de vivienda, hayan depositado su proyecto de vida en alguno de los municipios riojanos. Es más, en algún caso, en localidades que actualmente se encuentran por debajo de los quince habitantes como es el caso de Valdemadera.
El Plan Revive ha registrado en estos meses 415 solicitudes de personas por debajo de los 45 años que se afincarán en el medio rural. Eso sí, la opción mayoritaria se dirige hacia la compra (402 solicitudes), seguido de la opción de rehabilitación (10 solicitudes); y de autopromoción (3 solicitudes). Del conjunto de todas ellas, 267 ya se han resuelto de forma favorable mientras que el resto se encuentran en trámite de resolución, según los datos trasladados por Daniel Osés, consejero de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación.
Son en total 56 localidades riojanas las que podrían beneficiarse de la llegada de nuevos vecinos (permanece vigente la posibilidad de acceder a este tipo de ayudas en determinados casos) con «un reparto equilibrado», según Osés. Hay que tener en cuenta en este sentido que los firmantes de 120 solicitudes buscan asentarse en municipios de menos de quinientos habitantes. Otras 134 han propuesta de su plan futuro de vida en localidades de entre 510 y 2.000 vecinos y 159 plantean su proyecto en núcleos urbanos de entre 2.001 y 5.000 residentes.
Así, el pueblo riojano con mayor número de solicitudes es, siempre en base a los datos facilitados por área que comanda Osés, Albelda de Iregua, con 37 propuestas. Le sigue Agoncillo con 31, ambos en el cinturón de influencia de la capital riojana y l la tercera opción más elegida es Autol con 20.
El Plan Revive nace tras un periodo de exhaustivo análisis con los propios ayuntamientos, desde donde surgieron demandas repetidas hasta la saciedad y que vendrían a paliar el efecto de la despoblación. «Entre ellas, la necesidad de vivienda se posicionaba siempre en la cúspide», señala Osés.
De esta forma, se establecieron tras bloques de ayudas de 20.000, 30.000 y 40.000 euros en función de la población donde el solicitante quería comprar, rehabilitar o iniciar una autopromoción.
Los resultados obtienen una valoración más que positiva teniendo en cuenta además las dificultades que entraña volcar la tendencia a la baja de los residentes en el medio rural.
Y a juzgar por los datos distribuidos por municipios, podría aventurarse que las primeras opciones (Albelda de Iregua, Agoncillo y Autol) no son las más afectadas por la salida demográfica, si bien, hay nuevos proyectos de vida prácticamente en todas las comarcas riojanas. Por citar algunos ejemplos del alcance de la medida, entre el más de medio centenar de lo calidades, se encuentran Aguilar, Cervera del río Alhama, Berceo, Bergasa, Cellorigo, Cordovín, Clavijo, Galilea, Hormilla, Ocón, Medrano, Laguna de Cameros, San Román, Robres del Castillo, la ya citada Valdemadera, Villalba de Rioja o Mansilla de la Sierra, entre otros ,
Tan solo se echa en falta alguna solicitud dirigida hacia el Camero Nuevo, una zona en la que por otra parte, abundan las segundas residencias.
La Rioja amplía el concepto joven a 45 años, diez más que las ayudas estatales
El concepto joven entra a menudo en un contexto de absoluta subjetividad. El Plan Estatal de Vivienda también habilitó un paquete de ayudas dirigidos a establecer el proyecto de vida en el medio rural, pero con un límite de edad joven fijado en los 35 años. El Plan Revive extiende la subjetividad del término hasta los 45 años, lo que ha permitido, siempre en base a los datos facilitados por Daniel Osés, que 138 residentes en La Rioja se pudieran acoger a unas ayudas que se les negaban, por una cuestión de edad, a nivel estatal.
Dicho de otra forma, son 138 habitantes de la Comunidad que se encuentran entre los 35 y los 45 años y que gracias al Plan revive, trasladarán su futuro al medio rural riojano. En cualquier caso, por debajo de los 35 años, ambas ayudas ostentan un carácter complementaria, es decir, se puede acceder a ambas en el marco de un mismo proyecto.
La batalla que mantiene el área de Gobierno que gestiona Daniel Osés se sumerge ahora en otros dos pilares que acechan a la vida en los pueblos. Por un lado, la figura del alguacil, y por otro, las ayudas para el derribo y desescombro de viviendas y solares declarados en ruina.
En el primero de los asuntos, el mecanismo se mueve en líneas similares al Plan revive. Un análisis exhaustivo de las necesidades teniendo en cuenta que numerosos municipios no se pueden permitir un contrato anual que sufrague el salario de un alguacil de forma permanente. «Habrá que analizar las necesidades», detalla el consejero sin aventurarse a cuántas localidades beneficiaría finalmente la medida anunciada meses atrás. Una planificación cuyas bases se harán realidad a lo largo del próximo ejercicio a punto de arrancar.
De momento, Daniel Osés cierra el año con una valoración totalmente satisfactoria de los resultados que arroja el Plan Revive. Otro dato, que la mayoría de las solicitudes se dirijan a la compra, apunta a reducir el número de viviendas sin uso.