El Ministerio de Economía y Finanzas de Italia ha aclarado que el nuevo gravamen a los bancos anunciado por el Gobierno del país transalpino "prevé un tope máximo para la aportación que no puede superar el 0,1% del activo total", un alcance sustancialmente inferior al estimado inicialmente por los mercados y que provocó un desplome generalizado de la banca en la sesión del martes.
En un comunicado emitido a última hora de ayer, el Ministerio aclara que la medida propuesta, con el fin de salvaguardar la estabilidad de las entidades bancarias, prevé un tope máximo para la aportación que no puede superar el 0,1% del activo total.
En este sentido, subraya que la base imponible del nuevo impuesto se determinará sobre el valor mayor entre el importe del margen de interés del ejercicio 2022 que exceda en al menos un 5% del mismo margen del ejercicio 2021 y el importe del margen de intereses de la cuenta de resultados relativa al ejercicio 2023 que supere el mismo margen en al menos un 10% en el año 2021.
Asimismo, el Ministerio de Economía y Finanzas de Italia asegura que los bancos que ya han ajustado la remuneración de los depósitos como recomendó el Banco de Italia el pasado 15 de febrero no sufrirán impactos significativos como consecuencia de la norma aprobada.
En una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros del pasado lunes, el último antes de las vacaciones, el vicepresidente del Gobierno de Italia y ministro de Transportes e Infraestructuras, Matteo Salvini, anunció por sorpresa la aprobación de "una regla de equidad social" para gravar "las ganancias bancarias extra en 2023", lo que provocó el hundimiento de la cotización de los bancos italianos y fuertes caídas entre las entidades europeas en la sesión del martes.