La ciudad de Logroño tiene cuentas pendientes con varios de sus barrios. Un conjunto de proyectos que se anunciaron hace años, e incluso en algunos casos aprobados en el Parlamento de La Rioja, pero todavía no se han materializado ni son una realidad. Algunos de estos barrios son Los Lirios, El Campillo, Valdegastea y Varea.
Reivindicaciones históricas relacionadas con la construcción de grandes infraestructuras, movilidad, seguridad, cultura y servicios mínimos. El Día de La Rioja se ha recorrido estos barrios preguntando a sus vecinos por estos proyectos olvidados.
Todos los vecinos que han sido entrevistados se han mostrado insatisfechos por las numerosas necesidades que tienen en sus respectivos barrios. Algunas son tan básicas como un colegio o un centro de salud, como es el caso de Los Lirios. Una «batalla» que llevan peleando desde hace muchos pero todavía no se ha hecho realidad.
Otros reclaman espacios espacios culturales y cívicos para que los ciudadanos se puedan reunir para cuando necesiten organizar eventos, talleres o diferentes actividades. Este es el caso del Campillo y Varea.
El Campillo, por su parte, pidió hace tiempo un colegio y un centro de salud pero los vecinos admiten que por ahora va a ser imposible que les aprueben unas peticiones como estas.
Accesos. Los accesos son muy importantes para los ciudadanos de estos barrios. En Valdegastea demandan una mejora de los mismos, ya que viven en «un embudo», a la vez que en Varea, ya que tienen carreteras sin aceras, lo que puede ocasionar alguna situación crítica en algun momento.
El Campillo también pide que se mejoren los accesos a su barrio pero la demanda más histórica y polémica es la pasarela de Los Lirios, que todavía sigue sin construirse. Una demanda por la que siguen luchando desde hace años.
«Queremos un centro cívico y mejores accesos al barrio»
El barrio del Campillo ha crecido mucho en los últimos años pero le siguen faltando muchos servicios, afirman desde la asociación vecinal. Su portavoz, José Mahia, recuerda que siempre han pedido un centro de salud y un colegio pero «vemos que a corto y medio plazo es una petición inviable. Por eso buscamos servicios más factibles como un centro cívico o multifuncional que de servicios a niños, jóvenes y adultos».
Otra petición es la creación de un centro que se pueda usar como guardería, ya que «tenemos 80 niños de 0 a 2 años que hay que llevar al otro lado de Logroño». Mahía también denuncia la falta de servicios, como supermercados.
Reconoce que el barrio cuenta con una tienda de comestibles que «nos da muy buen servicio» pero «es insuficiente para un barrio que tiene una capacidad de crecimiento muy amplia, ya que ahora hay 2.500 vecinos pero en los próximos años se podría llegar a los 4.000 o 5.000 vecinos».
Otra queja, apunta, es el tema de los accesos al barrio. «Esta zona solo tiene cuatro accesos a la ciudad pero en los últimos cinco años nunca hemos tenido todos los accesos abiertos, ya que alguno siempre estaba cerrado por algún motivo. Esto supone una molestia», critica.
Cuenta que las instituciones les entienden, les escuchan y les dicen que tienen razón pero «la razón no ayuda. Buscamos que los servicios del barrio estén ya en los presupuestos y empiecen a poner dinero».
Mahía, por otra parte, destaca que este barrio tiene virtudes. «Está en una zona abierta con baja edificabilidad,poco tráfico y luz», resalta.
«La realidad es que seguimos sin colegio 10 años después»
Otro de los barrios afectados por estas deficiencias es Los Lirios. El vocal de la asociación vecinal, Enrique Cabezón, recuerda que «aquí hacía falta un colegio incluso cuando no había habitantes». «Ahora que un tercio de este barrio de 3.000 personas son menores de edad, todavía hace falta mucho más», asegura.
Relata que esto empezó en 2015 cuando se aprobó por unanimidad en el Parlamento de La Rioja la construcción de un colegio en este barrio. Incluso se ha ido aprobando también en el Ayuntamiento de Logroño durante los mandatos de Cuca Gamarra y Pablo Hermoso de Mendoza en tres ocasiones, pero «la realidad es que seguimos sin colegio 10 años después».
Denuncia que los vecinos de este barrio tienen menos derechos que «cualquier otro ciudadano riojano que viva en un pueblo de 3.000 o menos habitantes». «Desde el año 1985 hay una parcela sin construir en la que debería estar edificado un colegio público y un centro de salud», critica.
También denuncia que no se hayan licitado todavía las obras. «El suelo está cedido al Gobierno por parte del Ayuntamiento de Logroño y no se puede usar para otra cosa».
Cabezón, como curiosidad, comenta que esa parcela ha estado abierta como lugar de esparcimiento canino pero «cuando la gente con mascotas pide que les pongan bancos y fuentes, les han dicho que no se puede porque eso no es un lugar de esparcimiento canino».
Otro tema es la construcción de una pasarela. «Cuando hay una autovía es necesario hacer puentes y garantizar el paso», señala.
«Pedimos una acera para llegar a las piscinas sin problemas»
Los vecinos del barrio de Varea han denunciado el mal estado de algunas zonas por donde transitan adultos, jóvenes y niños. Además de una falta de infraestructuras.
La presidenta de la asociación de vecinos, Natalia Arroita, reclama que las instituciones construyan una acera en la carretera que va hacia las piscinas del barrio, ya que «cualquier día puede haber un accidente». También pide que el parque de la plaza del cerrado se renueve porque «está muy anticuado, además de que el suelo está levantado y destrozado».
Otro aspecto negativo del barrio es el frontón. Recuerda que antes se hacían partidos de pelota interpueblos pero «ahora está lleno de pintadas, no hay luz, las paredes están destrozadas, el suelo destrozado y se usa más como aparcamiento que para jugar».
Recuerda que a los vecinos se les prometió un centro cívico, ya que «no tenemos sitio para reunirnos a pesar de que tenemos asociaciones de vecinos, de jubilados y comisión de festejos». «Tampoco tenemos ludoteca, ni centro para jóvenes ni guardería», lamenta.
El secretario de la asociación, Miguel Sánchez, recuerda que el Ayuntamiento de Logroño aprobó la construcción de una acera para poder ir al campo de fútbol de Varea con seguridad pero «no lo han hecho». También solicita la instalación de una parada de autobús cuyo destino sea dicho campo de fútbol porque «los niños deben ir andando y cruzando un descampado».
«Nos sentimos abandonados, no se han cumplido proyectos»
V aldegastea es un barrio de falsas promesas, según el dueño de la academia Enteoría, Javier Hernández. «Viví 12 años en este barrio y la experiencia no fue muy buena».
Recuerda que es un barrio «relativamente nuevo» que «parecía tener muchas expectativas de crecimiento, pero nos sentimos un poco abandonados porque no se han cumplido muchos proyectos que se prometieron hace unos años».
Critica que este barrio está compuesto por muchos matrimonios jóvenes con niños pequeños que tienen problemas para acceder a asuntos pediátricos cuando tienen algún problema con ellos. Otro problema es la seguridad porque «las patrullas de policía no pasan muy a menudo por este barrio».
El parque de los Enamorados es una pieza muy importante de este barrio pero «está totalmente abandonado». «Hay una falta de seguridad increíble, sobre todo por el tema de la iluminación en algunas zonas de este parque», denuncia.
Hernández también critica que la comunicación con el resto de la ciudad no es buena. «Este barrio es como un embudo, ya que quien dispone de coche particular solo puede acceder por un sitio y a determinadas horas». Recuerda que hace años demandaron que se arreglara el camino del Cristo para poder salir hacia el Cuarto Puente pero «todo sigue igual».
Los únicos aspecto positivos que menciona este emprendedor es la construcción del centro joven y que hay mucha tranquilidad.