Una de las participantes del curso en el que se practicó una situación real fue la enfermera del servicio de Urgencias, María Miranda. Lleva en este puesto desde el año 2015, casi 10 años.
El objetivo de estos cursos es mejorar diferentes aspectos, como por ejemplo el manejo de diferentes técnicas, ya sea el liderazgo o trabajo en equipo, entre otras. «Son todas esas situaciones que se nos dan en el día a día y que tienen aspectos a mejorar a la hora de atender a un paciente», reconoce.
Este taller es el primero que se hace para trabajar estas técnicas y está previsto que «lo vayan haciendo todos los integrantes del equipo de urgencias de enfermeras, médicos y residentes a lo largo de todo el año».
Esta enfermera con experiencia cuenta que «en la vida real sacas todo lo que sabes y lo haces lo mejor posible». Uno de los aspectos claves es que «se movilizan a los diferentes compañeros para intentar salvar la vida del paciente», añade.
El problema es que «es difícil» ponerse en «situación de realismo» en este tipo de cursos porque «el paciente no deja de ser un muñeco». «Uno no puede valorar si el muñeco tiene un cambio de color, o una sudoración, por ejemplo», comenta.
No todo va a ser negativo para esta enfermera, ya que Miranda destaca que «este tipo de prácticas nos puede orientar a la hora de trabajar y de ver los aspectos que tenemos que mejorar». Algunos aspectos son la ayuda en temas organizativos, la división de tareas y el aprendizaje del trabajo en equipo.