La enorme expectación generada por la primera reunión de la mesa bilateral de negociación entre Junts y el PSOE, cuya celebración está prevista para hoy en la ciudad Suiza de Ginebra, es directamente proporcional al grado de hermetismo y opacidad con el que ambos partidos están preparando la cita. Así lo evidencia la misma presencia de un verificador internacional cuya identidad sigue siendo secreta al cierre de esta edición, pese a las informaciones que apuntan a la fundación Henry Dunant, que medió en la negociación del fin de ETA.
Por eso, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, volvió a exigir ayer al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que desvele quién es el relator de las conversaciones entre los socialistas y los independentistas y cómo piensa pagarlo. Y es que, tras asegurar que no puede haber un Gobierno «operando por mando a distancia» desde Ginebra o Bruselas, el popular pidió «disculpas a todos los españoles» por una iniciativa que tachó de «humillación».
Feijóo cree que «la mayoría de los ciudadanos están atónitos ante las noticias y los engaños» que están viviendo con Sánchez. Además, recordó que primero dijo que no habría amnistía y luego se «confirmó» que era «falso», y después también aseguró que «no iba a haber mediador» y «ahora resulta que la discusión es cuál es el verdadero nombre del verificador».
«España tiene un Ejecutivo operado por mando a distancia», proclamó, para denunciar que «España no tiene que humillarse ante nadie simplemente por aplicar las leyes y por ser un país que conforma un Estado de Derecho». Por eso, exigió al inquilino de la Moncloa que «no humille más» a los españoles. «Si él quiere humillarse, como se ha humillado para ser presidente del Gobierno, que esto no conlleve una humillación para el pueblo español», zanjó.
un día «muy triste». En esta misma línea, el exsecretario general del Partido Socialista de Euskadi Nicolás Redondo Terrero arremetió contra la reunión del PSOE y Junts y alertó que, en unos años, España la «querrá olvidar» o figurará «en la lista de momentos vergonzosos de la historia» del país.
De este modo, Redondo diferenció entre «momentos estelares» de la historia española y «tristes y vergonzosos». En su opinión, la cita de hoy «puede pasar a la larga lista de sucesos que nos han avergonzado» y admitió que, para él, será «un día muy triste». Tras ser expulsado del partido el pasado septiembre, también criticó la figura del verificador internacional, al que tildó de «acompañante de lujo y de pago».