Urrutikoetxea, por el cuadro de Baiko Pilota, y Ezkurdia, por el de Aspe, son los primeros semifinalistas de una 'jaula' navarra que el 7 de julio encenderá el verano pelotazale con la final del Cuatro y Medio foral. Ayer el Adarraga reabrió sus puertas y lo hizo para combatir el calor postprimaveral con un partido muy sufrido, de mucha brega y poco brillo. En esta tesitura, el delantero de Arbizu se desperezó a tiempo para domesticar a un Peio Etxebarria que lo tuvo todo a su favor para colarse en la penúltima ronda.

El 22-20 final refleja la dureza de una contienda muy peloteada, en la que tanto el ganador como el perdedor se repartieron errores por igual. Fue también un duelo que funcionó a tacadas. La primera fue de Ezkurdia, se rehizo bien Peio Etxebarria pero el que acabó llevándose el partido fue el de la Sakana con siete tantos consecutivos.

Ezkurdia espera ya en Sopela al vencedor el jueves en Mungia: Altuna o Elordi.

El vigente campeón parecía decidido a rescatarse de un mal semestre. En un arranque sin continuidad de ninguno de los protagonistas, el de la Sakana fue el más certero y eso que Peio Etxebarria firmó un nuevo ejercicio de resistencia empatando la contienda a cuatro y cinco. Pero a partir de ahí, Joseba mostró más chispa y entereza, alargando los tantos y forzando al de Larraintzar a correr detrás de la pelota. Del 5-5 se pasó al 11-6, resultado que hacía presagiar un plácido desenlace para Joseba.

No fue así porque Peio Etxeberria, siempre fiel a su esforzado estilo, comenzó a mover a su oponente. Así llegó el 11-7 y el inicio de la remontada del de Larraintzar. El delantero azul se fue hasta el 11-14. Pero se le cayó una pelota y propició que Ezkurdia respirara.

No hubo más tacadas de enjundia y sí mucho pelotazo manso, intercambios muy masticados y errores, muchos errores consecuencia de un partido muy intenso con más dureza que ritmo en cada tanto.

Había tanta tensión que Joseba y Peio se intercambiaron un par de saques cortos. Estos regalos no cambiaron la dinámica de un encuentro en el que Peio Etxeberria, con sufrimiento, se acercaba al cartón veintidós. Alcanzó la segunda pausa (14-18) con una dejada con mucha clase al ancho, arte que repitió para ponerse a tres de la victoria. Su último tanto (15-20) llegó curiosamente consecuencia del última fallo de Ezkurdia, que se topó con la chapa.

Fue el principio del fin de un PeioEtxeberria que careció de respuesta. Ezkurdia, con una tacada final de siete tantos se regaló su primera victoria en la 'jaula' navarra. Dos más y salvará un mal arranque de año.

El estelar supo a premio para Javier Zabala que, digerido el disgusto del Manista, acumula partidos de nivel. El de ayer fue uno de los más grandes con Zabaleta como compañero.

El dúo riojano-navarro, sin embargo, no pudo con Altuna y Martija que acabon imponiéndose en el Adarraga por un claro 22-16.