Andrea Loscos y su eterna sonrisa recalaron en la capital riojana en la ventana invernal de la temporada 2021/22. Desde entonces, refuerza la primera línea de un Grafometal Sporting La Rioja que ha regresado a la máxima categoría del balonmano femenino y es octavo, en puestos de playoff, con dos victorias y un empate.
¿Esperaban este rendimiento en el inicio de temporada?
Puede que en un principio no lo esperásemos, pero al final hemos ido demostrando estar a la altura, reforzarnos y saber competir contra equipos punteros.
¿Qué diferencias ve entre aquel Grafometal de la 2022/23?
En liga, haber creado esa división por debajo nuestro se está notando. La División de Honor Oro se nota mucho en cuanto a equipos mucho más reforzados que suben a primera división. De los errores se aprende y tanto los fichajes, como gestionar un equipo, los nervios iniciales del debut en una liga de máximo nivel ya no son los mismos. Haber estado en Primera división lo notamos.
¿Tenía razón Diego Molia en cuanto a querer mantener el grueso de la plantilla?
Son muy pocas incorporaciones en comparación al anterior ascenso. En aquella ocasión se cambió prácticamente toda la plantilla, fue un error dar un salto a una categoría superior y cambiar hasta el entrenador. Fue muy complicado, además en esta liga, poder cohesionar el grupo y lograr buenos resultados.
Ascender con la misma idea de juego desde el banquillo es clave en la máxima competición.
Este año además ha habido muchas incorporaciones en distintos equipos, muchas juveniles que dan el salto a senior y eso se está notando. Nos estamos enfrentando a plantillas muy jóvenes y nosotras, hasta el momento, estamos muy contentas por los resultados que estamos obteniendo y ojalá siga siendo así.
¿Qué les dice Juanjo?
Sobre todo que mantengamos los pies en la tierra y no nos vengamos arriba porque esto acaba de empezar. Para él la clave es la constancia, que sigamos trabajando igual de duro que lo hemos venido haciendo a lo largo de todos estos meses, porque si esto lo mantenemos en el tiempo, lo acabaremos reflejando en los resultados.
La parte exigente de la competición viene ahora.
Esta semana es de Halloween, y bromeo con que son dos partido en una misma semana y no es el ritmo habitual de el equipo. El partido de la copa tiene esa chica, ese gusanillo para poder clasificarnos a quien sabe si una final. Los próximos tres partidos de liga son contra los rivales de nuestra verdadera liga, contra quienes tenemos que competir hasta el final y llevarnos los puntos como sea.
LA HORA DE LA VERDAD. Esta tarde a partir de las 19h, las chicas de Juanjo González realizan el primer desplazamiento a Asturias de la semana, para enfrentarse al Oviedo en la primera fase de la Copa de la Reina a Lobas Global Atac Oviedo, uno de los duelos más trepidantes que dejó el sorteo de esta primera eliminatoria.
No obstante, más allá de la ronda copera, el foco del Grafometal Sporting La Rioja está puesto en la competición regular, donde le esperan tres jornadas contra rivales 'de su liga', aquellos contra los que peleará por la permanencia en la Liga Guerreras Iberdrola. Este sábado, también a las 19h de la tarde, repetirán viaje a Asturias y jugarán en La Calzada frente al colista de la categoría. El equipo asturiano no ha conseguido ningún punto por el momento, y cuenta sus seis jornadas por derrotas.
El domingo de la próxima semana recibirán a las 12.30 en el Palacio de los Deportes al Morvedre, terminando su periplo contra rivales directos el 16 de noviembre, con su desplazamiento a Barakaldo para enfrentarse al Zuazo. Las gallegas son duodécimas, en antepenúltima posición, si bien el conjunto vizcaíno es penúltimo, con un único triunfo. Intenso mes de noviembre que puede decidir, sin haber terminado siquiera la primera vuelta, el futuro del Grafometal Sporting La Rioja en la máxima categoría.