La comunidad autónoma hace un llamamiento a las familias riojanas para que den un paso al frente y acojan a niños y adolescentes de entre 0 y 18 años que en estos momentos viven bajo la tutela del Ejecutivo regional.

Hasta el momento, 85 familias han acogido a 89 niños, de los que 24 están en una familia ajena y 65 en una familia extensa. «Familia extensa significa que quien acoge al menor es otro miembro de su familia, y ajena es una persona que no tiene ningún tipo de vínculo con el menor al que se acoge», explica la directora general de Servicios Sociales, Marta Gómez.

Estos 89 niños y jóvenes están divididos por franjas de edades. De 0 a 6 años, hay 7 niños en familia extensa y otros 7 en ajena; de 7 a 14 años hay 34 en familia extensa y 13 en ajena; y de 15 a 18 años hay 24 en familia extensa y 4 en ajena.

Otro dato interesante es que las 85 familias se dividen en 20 que son ajenas y 65 que son extensas. «Esto quiere decir que alguna familia de las ajenas ha acogido a más de un niño, ya que hay 24 en total».

La directora general también apunta que la Consejería de Servicios Sociales cuenta con otras 42 familias con declaración de aptitud, es decir, «ya han pasado por el Servicio de menores y han realizado con los técnicos los test y la formación, por lo que son idóneos para poder acoger a menores». Además, esta unidad tiene disponibles a otras 13 familias para poder acoger a otros niños y jóvenes.

Explica que el acogimiento en familia ajena es más complicado que en extensa porque «la gente tiene que comprometerse y adaptar su situación de vida a acoger a un menor que no forma parte de su vínculo familiar ni personal». De hecho, apunta que La Rioja está necesitada de familias de acogida, ya que, a fecha de 31 de diciembre, había 113 niños en acogimiento residencial, de los cuales, 10 tenían entre 0 y 6 años; 42 entre 7 y 14; y 61 entre 15 y 18. 

Reconoce que en estos datos se puede ver que las familias acogen más a los niños de menor edad que a los más mayores. «Una vez que superan la mayoría de edad, los acogemos en unos pisos de emancipación que tenemos con programas específicos de inserción laboral y formación», comenta.

Gómez explica que el motivo por el que no hay tantas familias de acogida es la falta de visibilidad  y el desconocimiento a la hora de saber en que consiste este programa. Otro problema que la Consejería se está encontrando es que «la ciudadanía desconoce el tipo de familias que pueden acoger aunque cualquier modelo puede hacerlo».

Detalla que no hay un perfil concreto de personas de acogida. «Pueden ser familias con progenitores sin hijos y con hijos, familias monoparentales, del mismo sexo o de distinto sexo», detalla.

Formas de acoger. Marta Gómez informa que existen cuatro formas de acogimiento. La primera es el acogimiento urgente, en el que se trata con menores de cero a seis años y tiene una duración que no supera los 6 meses; y la segunda es la temporal, que tiene un carácter transitorio y no puede durar más de dos años aunque «luego se puede prorrogar la estancia si es por el interés del menor».

Otras formas serían el acogimiento permanente, que se constituye al finalizar el plazo del acogimiento temporal y cuando ya no es posible su reintegración familiar; y el especializado, en el que uno de los miembros de la familia tiene una cualificación específica, como un psicólogo, trabajador social o pedagogo, y perciben por ello una compensación económica.

La directora general señala que el acogimiento más popular entre las familias riojanas es el temporal. «Aunque el permanente no es complicado que se acabe formalizándose porque hay veces que es imposible la reintegración familiar y se crea un vínculo estable con la familia de acogida», apunta.

El Gobierno de La Rioja quiere incentivar a las familias logroñesas para que acojan y una de las maneras es dando ayudas económicas. Gómez detalla que cada familia recibirá 415 euros al mes por cada menor que acoja en su casa, y en el caso de que estos menores tengan una discapacidad superior al 33%, la cuantía asciende hasta los 518 euros.

Las ayudas no acaban con estas sumas de dinero, ya que si los niños precisan tratamiento psicológico, se les otorga una ayuda adicional de 332 euros al mes; y si precisan terapia familiar, otros 415 euros al mes. «No se cubren los gastos de un menor pero estas subvenciones pueden ayudar a que las personas se planteen el acogimiento familiar», indica.

Gómez anima «de corazón» a las personas para que sean familias acogedoras «por solidaridad».