En la última jugada del partido. En una falta casi desde el centro del campo. De la manera más absurda posible, con un grosero fallo de Brais. Así consiguió la UD Logroñés dejar los tres puntos en casa frente a un Calahorra mucho más serio defensivamente que en jornadas anteriores y que a punto estuvo de llevarse el empate, tras haber igualado en un córner la ventaja inicial conseguida por Lupu para. Víctor Aliaga Verdú disparó en busca del milagro y la aparición divina cuando al arquero rojillo se le escapó el balón de las manos.
FICHA TÉCNICA.
UD Logroñés. Álex Daza; Yasin, Monreal, Álvaro Mateo, Pol Arnau; Garrido (Sarriegi, 56'), Caballero (Pau López, 81'), Gualda (Facchin, 56'), Riki (Verdú, 56'), Agüero (Barrero, 70') y Lupu.
CD Calahorra. Brais; Víctor López, Vega, Zubiri, Julen; David Sánchez (Barandiarán, 84'), Javi Cobo (Facu Ballardo, 71'), Chus Villar (Ekiza, 74'), David Aparicio (Javi Bueno, 71'), Salinas y Jorge Martínez-Losa (Moha Gouda, 74').
Árbitro. Manuel Ramírez Marco (Aragón). Amonestó a los jugadores localesSarriegi, Yasín y Barrero, así como a los visitantes Hualde, Vega, Aparicio, Javi Cobo, Chus Villar y Javi Bueno.
Incidencias. Partido correspondiente a la décima jornada de Segunda RFEF, disputada en el estadio de Las Gaunas ante 3.148 espectadores, según informó la entidad local. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos y afectados por la DANAde Valencia y Albacete.
Arrancó con una marcha más el conjunto calagurritano, probando a Alex Daza desde lejos con disparos que terminaban estrellándose contra la valla de metal. Fue asentándose la UDL, apostando una vez más por la posesión de balón y confeccionar jugadas desde área propia, saliendo con el balón jugando desde los pies de Daza. Los rojillos perseguían sombras porque Garrido encontraba compañeros al primer toque y los extremos funcionaban ante la pasividad de las bandas visitantes. Así llegó el primer intento de Lupu: tuya-mía entre Yasin y Riki y el disparo de Garrido terminó siendo un milimétrico pase para el 9 blanquirrojo, que golpeó arriba.
Comenzó a venirse arriba la UDL. Córner desde la derecha que remata Garrido a la esquina y despejó Brais, negándole el gol a Monreal en la jugada posterior con una manopla abajo extraordinaria. El cántaro, al final, se rompió. Lupu, de nuevo indetectable entre centrales, recibió un balón dentro del área y superó a Brais con algo de fortuna al desviar Zubiri la trayectoria.
Los locales siguieron manteniendo la posesión. Pero esas largas circulaciones no eran tan incisivas como antes. El Calahorra esperó su oportunidad y en cuanto la tuvo, no perdonó donde todo se iguala, en el balón parado. Saque de esquina directo al corazón del área y aparece el testarazo cruzado perfecto de Jorge Martínez Losa sin oposición para empatar la contienda.
De ahí hasta el pitido final del primer tiempo el Calahorra demostró por qué tener la posesión no te hace ser dueño del partido. Entregó el balón al conjunto blanquirrojo pero era el equipo rojillo quien tenía el mando del encuentro. El partido estaba donde los rojillos querían, con la UDL sin saber qué hacer realmente con el esférico y estos, amenzando un contragolpe que a punto de estuvo de castigar David al rematar alto dentro del área pequeña. La parroquia local no estaba satisfecha y así se lo hizo saber a los suyos, despidiéndoles con pitos al paso por el túnel de vestuarios.
Para decepción blanquirroja, en la segunda mitad no hubo revolución. Más bien, lo contrario. El aletargamiento iba a más por parte de la UD Logroñés que movía el balón con inocuidad frente aun Calahorra mucho más sólido defensivamente que en jornadas anteriores y que con apenas cuatro pases cruzaba el terreno de juego del municipal y montaba un contragolpe que comandaban Martínez Losa, Chus Villar y David Aparicio.
Las ocasiones en el segundo acto comenzaron a llegar a falta de un cuarto de hora de final, todas con colores blanco y rojo. Un centro templado de Barrero desde el costado derecho del área que Facchin remató con la testa en la plancha, lamiendo la madera. Un buen pase de Lupu a la espalda de la defensa que Verdú cruzó en exceso. Un zapatazo de Barrero desde más de 20 metros que se le complicó mucho a Brais. Y el remate de Lupu al travesaño en lo que parecía la última llegada, con los blanquirrojos habiendo hundido por completo al cuadro visitante.
De ninguna de las maneras parecía llegar el gol. Pero el destino había dictado sentencia y la cruz le cayó al Calahorra. Verdú tiró directamente a puerta en la última acción del partido, una falta muy alejeada de la frontal. El balón salió muy centrado y cuando Brais tan solo tenía que embolsarla con el pecho, el balón se le escurrió de las manos y dio el triunfo a la UD Logroñés de la manera más inesperada posible. La victoria del equipo de la capital le vuelve a meter de lleno en la pelea por unos playoff de los que estuvo una hora fuera de combate pero que ahora ocupa el cuarto cajón con 21 unidades, frente al Calahorra que regresa a los puestos rojos, decimotercero, en play-out con diez puntos.