La situación de la UD Logroñés en Segunda RFEF un año después es prácticamente idéntica. La disciplina blanquirroja, en su segunda temporada en la cuarta categoría del fútbol nacional, ha cosechado en las doce citas de este curso unos registros muy similares en casi todas sus facetas. Son todas las similitudes que han provocado el hartazgo del aficionado blanquirrojo, que pidió en gran medida la destitución de Miguel Flaño en varias fases del partido del domingo contra el Arenas Club de Getxo.
Los números están ahí. Y 365 días después, la UD Logroñés no ha aprendido de sus errores. De la importancia de un comienzo contundente si es que se quiere optar a esa primera posición. El primero de todos: el bajo rendimiento contra los rivales de los puestos de playoff, aquellos de la zona noble de la tabla. Este año, contra Eibar B, Arenas Club, SD logroñés y Utebo, el bagaje es de tres puntos. Tres puntos conseguidos por la vía del empate contra los tres primeros, si bien naufragó en Santa Ana, contra el Utebo, donde sufrió la primera derrota de la temporada. Esta mochila contiene nueve puntos de 18 (50%) si se echa la vista abajo, dos peldaños por debajo. Contra Ejea y Tudelano, los de Miguel Flaño consiguieron sendos triunfos, por 2-0 en Las Gaunas y 1-3 en el Ciudad de Tudela, el mejor partido desde que el navarro se sentó en el banquillo al frente de la UD Logroñés. Con todo ello, ahora se coloca con 23 puntos quinto en la clasificación.
El curso pasado, doce compromisos ligueros después, los de Diego Martínez también eran quintos, con 22 puntos. Además, sus resultados contra los siete primeros equipos de la competición fueron algo peores que los de este curso. Ante Bilbao Athletic, Barakaldo, Utebo, Deportivo Aragón, Alavés B y Tudelano solo fue capaz de ganar al Utebo, sin pasar del empate en el resto de enfrentamientos. Eso se tradujo en ocho puntos de 18 posibles (44%). Nueve puntos esta campaña u ocho la pasada contra los equipos punteros son, indistintamente, una puntuación muy pobre en aras del propósito de la primera posición.
En cuanto a los registros totales, la UD Logroñés de Diego Martínez obtuvo cinco victorias y siete empates en estas doce jornadas, partidos en los que anotó 24 goles y encajó seis. Con Miguel Flaño, el equipo blanquirrojo acumula seis victorias, cinco empates y un partido perdido, encuentros en los que ha anotado 14 goles (10 menos) y ha recibido siete (uno más). Eso sí, la posición es idéntica: quinto cajón, el que cierra los puestos de playoff. Es por esto, por unos registros casi calcados e insuficientes al mismo tiempo, por lo que Flaño reconoció estar en rueda de prensa "por debajo de lo previsto".
"Vamos algo por debajo de lo previsto y de lo que tenemos que estar en cuanto a los objetivos del club. A nosotros nos corresponde ir recuperando ese terreno en la temporada que nos queda por delante. Yo sí siento que el equipo trabaja, compite y tiene buena actitud, pero su nivel tiene que ser algo mayor para engancharnos arriba y al objetivo que tenemos. Estamos ahí, tampoco es excesivo, pero hay que recuperar el terreno perdido", completó el navarro.
Apeló a la capacidad del equipo de "seguir trabajando, insistiendo y mejorando aspectos". "La confianza que te dan los resultados es necesaria pero hay que seguir confiando en este equipo y en el trabajo que va a hacer, aumentando el nivel para alcanzar las situaciones que queremos", afirmó un entrenador que tuvo que escuchar a parte de la parroquia blanquirroja pedir su destitución este pasado domingo.
Ante esto, el técnico respeta las opiniones de cada persona "pero somos un equipo en cuanto a todo lo que nos rodea". "Yo estoy centrado principalmente en lo que depende de mí, trabajar, intentar, tener la energía suficiente cada día para poder transmitirla para crecer y seguir compitiendo a tope. A la afición la respeto y estoy convencido de que nos va a sostener y empujar durante la temporada", finalizó.
La primera posición se aleja a cinco puntos y la UD Logroñés sigue tropezando un año después con la misma piedra. La incógnita radica en dar con la tecla para revertir unos resultados con dos tercios de competición todavía por disputar.