Después de frustrarse la opción de Bosonit, la parcela junto a la iglesia de Palacio volverá a tener el uso que preveía el Plan General en un principio y servirá para albergar pisos protegidos. Esa es, al menos, la intención del equipo de Gobierno que en principio contaría con el apoyo del resto de grupos municipales, tal y como salió a relucir ayer en la junta de portavoces que abordó la espantada de la empresa tecnológica.
Para que esta intención inicial pueda fructificar será necesario, sin embargo, que se vayan culminando varias etapas en un proceso largo y complejo que no ha hecho nada más que empezar. Tras comunicar oficialmente al resto de grupos la renuncia de Bosonit a construir su nueva sede en esa parcela del Casco Antiguo, el alcalde, Conrado Escobar, conformó una comisión para tratar de abordar el asunto desde el punto de vista técnico.
En ella están incluidos tanto el interventor como los responsables de Contratación, Servicios Jurídicos y Urbanismo. Su labor será determinar en qué condiciones revierte ese suelo al Ayuntamiento y que posibilidades tiene después para darle uso en el menor tiempo posible, lo que es ahora la máxima preocupación de Escobar. «La decisión de la empresa no es algo que me alegre», ha subrayado.
con o sin acuerdo. Lo primero que deberán dilucidar los técnicos es si la resolución del contrato de Bosonit se hace de mutuo acuerdo entre ambas partes o si el Ayuntamiento considera dolosa la decisión de la empresa. En este último caso pediría no devolvería a la tecnológica todo lo que pagó en la adjudicación de la parcela lo que, previsiblemente, daría pie a un procedimiento judicial.
«Vamos a procurar que en este itinerario administrativo, como en cualquier otro expediente, se preserve al máximo el interés público y de la ciudad», ha explicado Conrado Escobar, y «hasta ahí puedo decir porque lo contrario no sería razonable».
Una vez que el Ayuntamiento vuelva a ser el propietario de ese suelo llegará el momento de iniciar la pertinente modificación del Plan General para que pueda acoger viviendas con algún tipo de protección, siempre que no cambie la intención municipal algo que, a la vista de las vicisitudes por la que ha pasado ese solar tampoco parece descartable.
La parcela volvería de este modo a tener el mismo uso que le otorgó el equipo redactor del Plan, que siempre contempló un uso residencial del plan. Fue la propuesta de Bosonit de construir allí su nueva sede la que motivó el cambio en el planeamiento tras lo que esa parcela quedó reservada para actividades empresariales de carácter tecnológico, un uso que ahora será necesario volver a cambiar.
Los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento acogieron ayer con pesar la decisión de la empresa de renunciar a su proyecto, tal vez el que más ilusión había creado en ese entorno y el que estaba llamado a revitalizar una zona que languidece desde hace años. Así, Izquierda Unida exige que el solar se destine a un proyecto de vivienda pública en régimen de alquiler asequible, gestionado por el Ayuntamiento de Logroño y el Instituto Riojano de la Vivienda (IRVI). «Es el momento de apostar por políticas valientes que devuelvan la vida al centro histórico y garanticen el derecho a vivir en él, no solo a visitarlo», ha señalado Carlos Ollero, diputado de IU en el Parlamento de La Rioja.
La formación insiste en que no puede dejarse en manos del mercado una zona que ha sido objeto de múltiples inversiones públicas. «El Casco Antiguo necesita vecinas, no más pisos turísticos ni proyectos fallidos. Hay que repoblarlo con familias, con jóvenes, con mayores... personas trabajadoras que no pueden pagar los precios actuales», ha añadido Ollero.
Un uso similar propone también el Partido Riojano. Su concejal, Rubén Antoñanzas, apuesta también por devolver el uso residencial a ese solar, que serviría de este modo para construir vivienda social y de protección oficial para jóvenes. Al margen del destino futuro de la parcela, Antoñanzas también ha expresado su sorpresa «porque Escobar anunciará hace meses este gran acuerdo» y, al final, lo que haya quedado sea solo una fotografía porque el convenio nunca se llegó a firmar».
El Partido Riojano considera que el Ayuntamiento debe exigir a Bosonit una compensación por su renuncia «por los costes generados con la tramitación urbanística, donde se han puesto muchos recursos públicos al servicio de este proyecto», remarcó Antoñanzas.
La Junta de Portavoces sirvió también para constatar el deseo de Conrado Escobar de que todos los grupos municipales vayan de la mano en la resolución de este conflicto. Así se comprometió a trasladar puntualmente todas las novedades que se produzcan en este proceso. El PSOE, por ahora, no ha hecho pública su postura ante este asunto que se generó cuando ocupaba el sillón de la Alcaldía.
El solar que ya fue tentado por las VPO
El número 20 de Marqués de San Nicolás, hoy un solar en estado de abandono y con maleza sobre un subsuelo que alberga restos arqueológicos, tenía reservado en el Plan General Municipal un uso residencial para acoger viviendas, con una tipología acorde con el entorno. El proyecto Bosonit, que estaba llamado a dinamizar toda la zona y a crear un polo de desarrollo tecnológico y de empleo, obligó a una modificación del Plan para abandonar el uso residencial del solar y cambiarlo por el empresarial vinculado a las nuevas tecnologías. Si finalmente el Ayuntamiento optase por 'suturar' esa herida en el casco antiguo con viviendas, ese espacio de 'la Mayor' volvería a su ser. Hace ya una década que la cooperativa de viviendas Madre de Dios planteó comprarle al Ayuntamiento el solar para edificar casi 40 pisos de VPO, pero el plan se fue al traste, al parecer porque con el precio que se pedía por el suelo no salían las cuentas.