Videojuegos como herramienta cultural

David Hernando Rioja
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CreativiTIC e YMCA crean un curso para que jóvenes diseñen juegos de consola, desarrollen habilidades y tengan un futuro

El orientador de YMCA Jesús Alcalde habla y apoya a los alumnos durante una de sus clases - Foto: Óscar Solorzano

Los videojuegos no son solo un hobby o una manera de entretenerse, sino que pueden ser muy útiles en la educación de los jóvenes y una salida en su futuro laboral. Así lo cree la entidad YMCA y la empresa CreativiTIC Interactive (en colaboración con Gate8Games), quienes han impulsado el proyecto 'Cambia tu mundo creando videojuegos'.

El trabajador de YMCA en Logroño, Jesús Alcalde, cuenta que es un curso de diseño de videojuego orientado a jóvenes que tiene el objetivo de que «los participantes piensen en una historia, en un videojuego y en como les gustaría que fuera ese juego ideal». Otro factor importante es que el videojuego debía tener un componente social dentro de toda su historia y de su narrativa.

El socio director de CreativiTIC Interactive, Jorge R. López Benito, asegura que no era necesario tener una base relacionada con los videojuegos. «La metodología ha sido hacer un llamamiento para aquellas personas interesadas en ver que hay detrás de un videojuego», explica.

La metodología, detalla, es el diseño de videojuegos que complementa cualquier tipo de habilidades porque «su diseño es la parte en la que se idea un videojuego, y te inspiras en aquellas corrientes o videojuegos que te gustan para desarrollar una historia». En este apartado, recalca, no hace falta tener ningún requisito técnico, sino «imaginación, creatividad y empezar a sacar ese potencial y talento».

Destaca que durante todo este proceso, cada uno de los alumnos ha desarrollado o adquirido la habilidad de generar una idea y de ver hasta que nivel van a poder desarrollarla según las capacidades que se tienen en ese momento, desde el dibujo o programando. Por este motivo, López detalla que en este curso han intentado que «aquello que querían hacer se pueda llevar al efecto, que entiendan que es un videojuego, como se desarrolla, que idea puedes llevar a cabo y como podrías terminar programando un videojuego».

También se les ha explicado las diferentes clases o matices sobre las partes de un videojuego, cuales son las mecánicas, que son las dinámicas, como son los personajes o como crear los diferentes niveles. La siguiente fase, señala, ha consistido en empezar a trabajar su parte creativa.

Este proceso, apunta, ha sido primero individual y después se han ido encontrando entre ellos, «bien por afinidad de la idea que querían desarrollar o porque igual algunos decidieron que les gustaba más la idea de algún compañero». «El siguiente paso ha sido generar la idea del videojuego final», comenta.

Alumnos. Jesús Alcalde informa que han participado alrededor de 20 jóvenes en este proyecto, 12 en Logroño en la sede de YMCA y el resto han sido alumnos del instituto Gonzalo de Berceo de Alfaro.

Los jóvenes que están en Logroño tiene una media de edad de entre 17 y 18 años, mientras que los alumnos del instituto de Alfaro van desde 1º ESO hasta 4º ESO. Cuenta que estos alumnos de Alfaro se unieron al proyecto porque un profesor del instituto se interesó por este curso desde el primer momento debido a que uno de sus alumnos había hecho una publicación de un videojuego en Nintendo.

Remarca el hecho de que han contado también con la interacción de las familias de los participantes. «El objetivo de esto es que nos interesaba también que ellas conocieran lo que estamos haciendo para que apoyaran a los jóvenes en algo que puede llegar a ser un oficio».

Este proyecto, destaca Alcalde, plantea muchas ventajas para el desarrollo personal de estos jóvenes. Algunas de estas son el desarrollo de habilidades blandas como el trabajo en equipo, la planificación y la organización.

Resalta el hecho de que este curso ha sido una oportunidad para que trabajen en un proyecto relacionado con los videojuegos, es decir, «algo que les motiva». Los chavales en esta edad tiene que hacer tareas de clase y habrá otras cosas que les pueda motivar, pero «a muchos de ellos les gustan mucho los videojuegos o sin a priori llamarles mucho la atención, han visto que pueden crear una historia entera y hacer el arte de un historia».

Apunta que otro aspecto positivo de este proyecto es que han descubierto un oficio porque «hemos hecho mella en ello y en trasladarle que esto es una industria que puede tener salidas laborales en el futuro». «Hay espacio para programadores, para personas del mundo de arte, de la música y de otra serie de perfiles», asegura.

Alcalde también defiende el uso de los videojuegos en la educación de los jóvenes. Afirma que el videojuego es una rama como puede ser el cine o la literatura, ya que «es una forma de contar historias en las que las personas interactúan y son más protagonistas».

Reconoce que los videojuegos pueden tener un elemento de enganche pero «igual puede pasar con un buen libro o una buena serie». Señala que hay  películas y libros que no aportan nada, al igual que «hay videojuegos que tienen historias bonitas que hacen empatizar con personas que padecen problemas de salud mental, por ejemplo». «El videojuego es una herramienta cultural», concluye.