La temporada de pesca en La Rioja, prevista del 31 de marzo al 31 de agosto próximos, incluye, entre sus novedades, las zonas vedadas de los ríos Portilla y Ormazal en su totalidad y el Cárdenas hasta el azud de la central de Lugar del Río; mientras que se abren los ríos Gatón, Roñas y Tobía.
El Boletín Oficial de La Rioja (BOR) publica este lunes la orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente que regula las normas y periodos hábiles para el ejercicio de la pesca en aguas riojanas durante el año 2024.
La temporada en las zonas de montaña será el 7 de abril y finalizará en julio; y los cierres se establecerán en función del estío habitual, por lo que en el Tirón y Oja finalizará entre junio y julio, ha detallado el Gobierno regional en una nota.
La mayoría de los acotados permanecerán abiertos en agosto, pero solo en la modalidad de sin muerte, e, incluso, el coto de Viguera alargará su campaña hasta entrado el mes de octubre, una medida ya establecida hace dos años y que mantiene, junto con los intensivos, la oferta de pesca cuando ya las aguas trucheras entran en descanso.
Los embalses de Mansilla, González Lacasa y Enciso, de consideración especial, ofrecerán una campaña desde el 10 marzo hasta el 30 septiembre, con todos los días de la semana como hábiles de pesca tradicional o pesca sin muerte.
Además, en los intensivos que cuentan con su propia regulación, se permite la pesca de trucha casi todo el año, siempre que las condiciones de tramos fluviales o balsas sean las adecuadas.
En la actualidad, la balsa de El Villar en Tricio, el río Cidacos en Arnedo y el río Tirón en Anguciana ofertan pesca de trucha arco iris; así como el embalse de La Grajera en Logroño, que prevé su reapertura en febrero como coto intensivo de trucha arco iris.
Las aguas de ciprínidos, balsas de riego en el valle asiladas de cauces permanentes y los ríos Ebro, Alhama y tramos muy bajos del Leza y Cidacos tienen posibilidad de pesca todos los días del año.
Se mantiene la autorización de la modalidad captura y suelta, siempre voluntaria, sólo para carpa y black bass en balsas o embalses de aguas de ciprínidos aisladas de cauces naturales, pero se añaden a partir de este año y como novedad el resto de aguas ciprinícolas, el río Ebro, principalmente.
La orden indica que se amplían espacios donde la pesca de iris está autorizada, por lo que, junto a los cotos intensivos y las proximidades de las piscifactorías industriales de esta especie, también se incluyen los tramos aledaños a estos cotos intensivos.
Se amplía la pesca del cangrejo. El gran aumento del cangrejo señal ha obligado también a ampliar las posibilidades de pesca de esta especie invasora en consonancia con lo que se hace en otras zonas del país.
Con respecto a la pesca de cangrejos exóticos, se establece la opción de efectuar el sacrificio de los ejemplares capturados cuando vayan a retirarse del tramo de pesca donde calaba sus reteles, del mismo modo que ya se hace en comunidades autónomas vecinas, con lo que se fomenta su pesca y su mayor control ante su fuerte expansión.
También se incluye la valoración de especies silvestres protegidas o en peligro de extinción susceptibles de ser pescados, derivada de la aplicación de la normativa específica al respecto y que puede suponer fuertes sanciones económicas.