Al mundo pelotazale le resulta difícil de olvidar el gran campeonato manomanista que cuajó Darío Gómez en su anterior edición, en la que terminó subiéndose al tercer cajón del podio, que le ha permitido ser cabeza de serie este año. Con cautela y filosofía cholista «partido a partido» afronta un campeonato que comenzó con victoria ante un nombre propio: José Javier Zabaleta.

¿Cómo está? Zabaleta es un reto de mucho calibre...
Sí. Sobre todo por las sensaciones que había tenido hasta entonces. Habían sido semanas un poco raras, de buscar alternativas a los tacos e intentar recuperar lo mejor posible más que preparar el mano a mano. Salió mejor de lo esperado.

¿Cómo se salta a la cancha después de dos meses sin competir?
Buf. Sales e intentas concentrate en cómo has planteado el partido. Calentar bien, no tener ninguna sensación de molestias durante el calentamiento para que no vuelvan pensamientos negativos. Yuna vez caliente, concentrarte bien en lo que tienes que hacer cada tanto, más que en mirar a futuro o al partido en general. Este tanto quiero hacerlo así y este pelotazo o este saque quiero pegarle de esta forma. A partir de ahí, sota, caballo y rey; intentando ser lo más agresivo posible.

Una victoria de valor doble, después de haber perdido dos veces contra él. 
Sí, había ganas porque no había tenido nunca buenas sensaciones contra José, siempre había estado desbordado. El sábado, en la segunda parte del partido cuando él se empieza a poner mejor a la pelota también se vio que era capaz de avasallarme. Pero en ese tramo supe aguantar y tener mis oportunidades, aprovechando la renta que habíamos sacado al principio.

¿En este periodo de inactividad en los frontones, cómo trataba de seguir sintiéndose pelotari? 
Intentas prepararte físicamente a tope y entrenar, bueno, sí que es cierto que he hecho algún entrenamiento técnico yo solo, aunque cada vez me molestaba en un punto diferente de la mano y no conseguía acertar a estar una semana o dos seguidas sin molestias. No podía forzar nada. Hacía media hora, 20 minutos, de entrenamiento técnico, saques, golpeos desde cerca del frontón sin meter sotamanos ni golpes de aire que son más exigentes para la mano. Pero siempre intentando estar bastante en contacto con el frontón.

¿Y ahora? ¿Cómo están sus manos? 
Acabaron golpeadas, pero podían haber acabado bastante peor. Tal y como había afrontado la última semana, esperaba que las sensaciones fuesen mucho peores. Ahora esta semana para recuperar lo máximo posible para ver si la semana que viene puedo ponerme los tacos y probar a entrenar.

¿La gente podía haber olvidado quién es Darío en el mano a mano? 
Bueno, por sensaciones y por los resultados que José había tenido contra mí, en eso se basó todo. Después de dos meses parado, entiendo que haya dudas. Pero tampoco me debe influir mucho lo que piensen los demás.

Este fin de semana descanso, que seguro viene bien.
Vienen genial para pensar en cada jornada de la liguilla de cuartos. En caso de pasar a semifinales no hay descanso, pero ahora mismo no estamos para pensar en eso, sino afrontar lo mejor posible estos partidos y luego ya se echarán cuentas. Queda mucho partido por delante.

¿Qué recuerda del pasado manomanista? 
Sobre todo del último partido (ríe). Me acuerdo de un partido muy duro contra Peio y luego semanas raras por las circunstancias que tuvimos el pueblo de Ezcaray. Fueron fechas difíciles.

Visto lo visto... perder contra Zabaleta era firmar una sentencia en este grupo. 
Si digo la verdad, veía a José como uno de los rivales más complicados del torneo. Me quedan Jokin y Unai, pero no intento pensar más allá del próximo partido y acabar con las manos lo mejor posible para los siguientes.

¿Laso en el Labrit o Altuna en el Astelena? 
No puedo elegir porque me va a tocar enfrentarme a los dos. Lo mejor que puede pasar es que, gane quien gane, el siguiente partido lo gane Zabaleta y así hay más opciones de todo. Pero son echar cuentas más difíciles y tener cosas en la cabeza que no dependen de mí.

¿A qué rival le teme más? 
Tanto Jokin como Unai están en muy buenas condiciones. En el otro grupo, Elordi está recuperando sensaciones y Zabala cuando está acertado y mete la pelota en la mano, coge mucha carga. Cualquier rival es muy duro, pero el que más, me parece muy muy fuerte Artola, por cómo está haciendo las cosas.

¿Y el resto le temerá a Darío? 
No lo sé. El resto creo que pensará que soy un rival al que costará ganarle, que van a tener que trabajar sin regalar nada. Ese es mi planteamiento de los partidos, endurecerlos y tomar buenas decisiones.