Bomberos salvan a un hombre antes de precipitarse de una grúa

David Hernando Rioja
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Un hombre de Bulgaria, delgado y con una edad entre los 30 y 40 años, estuvo cerca de quitarse la vida en las obras del antiguo colegio de Maristas de Logroño pero por fortuna el suceso acabó con final feliz

Imagen del momento en el que hombre está subido a la zona más alta de la grúa - Foto: Óscar Solorzano

Héroes. Esa es la palabra para describir al cuerpo de bomberos de Logroño y a los efectivos de la Policía Nacional que han salvado la vida de un hombre procedente de Bulgaria que ha estado cerca de precipitarse desde una grúa que había en el interior de las obras del antiguo colegio de Maristas de la capital riojana.

La Policía Local de Logroño recibió una alerta sobre un posible suicidio en la calle Leopoldo Calvo Sotelo, en las obras del antiguo colegio de Maristas. Los agentes llegaron al lugar de los hechos a las 17:30 horas, al igual que los bomberos, quienes intervinieron desde varios puntos para salvar la vida de este hombre.

Rápidamente, los agentes cortaron las calles de alrededor, como Colón y Duquesa de la Victoria, para evitar que los ciudadanos y los coches circularan por esta zona y se añadiera más tensión a la situación que se estaba produciendo en aquel preciso momento. 

El hombre, de entre 30 y 40 años, caminaba sobre la grúa a unos 50 metros de altura, peligrando su vida. Los bomberos, con la grúa de su camión, ascendieron hasta acercarse a una distancia prudencial para intentar hablar con él y persuadirle. A su vez, varios bomberos, acompañados de un negociador de la Policía Nacional y una asistente social, subieron hasta la cesta de la grúa en la que estaba subido este hombre de Bulgaria para alcanzar el objetivo final, que volviera sobre sus pasos y pudiera salvar su vida. 

Hubo un momento de máxima tensión cuando este hombre llegó hasta la punta de la grúa y decidió colgarse alrededor de un minuto solamente agarrado de sus manos. Segundos después, trató de agarrar con sus piernas un cable que había debajo de la grúa, para luego, volver a subir y ponerse otra vez de pie sobre la grúa. 

Hacia las 19 horas, el trabajo de los bomberos y la Policía Nacional empezó a dar sus frutos. El jefe de Bomberos de Logroño, Pedro Rodríguez, contó que su compañero Javier Monasterio fue el encargado de hablar con este hombre de nacionalidad de bulgara. 

Reveló que este bombero logró empatizar con este hombre hablándole de diferentes temas, entre ellos fútbol. Poco a poco, este joven fue acercándose a la base de la grúa hasta que llegó a donde estaban los bomberos, el negociador y la asistente social.

La historia tuvo un final feliz y este hombre, ayudado por los bomberos, bajó por la escalera que hay en el interior de la estructura vertical de la grúa.

Una vez en tierra firme, los sanitarios del Servicio Riojano de Salud (SERIS) se hicieron cargo de este hombre para asistirle médicamente. Le subieron a la ambulancia que estaba estratégicamente colocada en esa calle, para luego llevárselo lejos de los ojos de la ciudadanía arremolinada en esta zona de Logroño.

tensión. Numerosos ciudadanos de la capital riojana, ante este suceso, acudieron al lugar de los hechos para ver que estaba pasando. Mucha tensión, miedo y curiosidad había en el ambiente, sobre todo en el momento en el que se quedó colgando de la grúa.

Una vez concluído el suceso, se pudieron observar caras de felicidad al comprobar que la situación no había terminado en tragedia. El suceso tuvo un final feliz y los agentes y bomberos le salvaron la vida.