El informe anual del Banco de España ha vuelto a centrar el foco en uno de los mayores desafíos que debe afrontar nuestro país en los próximos años, el reto demográfico y el imparable descenso de la natalidad, y estima que se necesitan cerca de 25 millones de trabajadores inmigrantes más en 2053 para «evitar el proceso de envejecimiento de la población y resolver los desajustes que podrían surgir en el mercado de trabajo español».
Para responder a este reto de «extraordinaria envergadura» y equilibrar el número de activos con el de pensionistas no está siendo suficiente con los actuales flujos migratorios, que se han visto, no obstante, favorecidos por la reforma de reglamento de extranjería puesta en marcha de 2022, que está sirviendo también para paliar el desajuste que se produce en algunos sectores del mercado laboral para ajustar oferta y demanda.
De hecho, este fue el principal objetivo de la reforma que, puesta en marcha por el entonces ministro de Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que entró en vigor el 15 de agosto de 2022, flexibiliza los procesos para conceder autorizaciones de trabajo y afecta tanto a inmigrantes que se encuentran en España en situación irregular como a los contratos en origen.
La reforma ha tenido efecto en todo el país y La Rioja no ha sido una excepción, donde se han duplicado en apenas dos ejercicios las autorizaciones concedidas, al pasar de los 789 de 2021 a los 1.467 de 2023, según los datos del Ministerio de Trabajo, que confirma que la tendencia se mantiene este año. De momento, con datos solo de enero, el número de permisos ha sido de 83, uno menos que hace un año.
Las cifras del ejercicio pasado recuperan los niveles de hace una docena de años, cuando los permisos expedidos por esta comunidad fueron 1.460, y recobra, además, un ritmo que se había visto truncado la pasada década.
Esta flexibilización de los requisitos ha permitido de igual manera incrementar la expedición de autorizaciones en nuestro país, y fueron el año pasado 229.659, unos 31.000 más que en 2022 y 93.000 más que hace dos ejercicios.
A pesar de esta alza, hay que dirigir la vista hasta mediados de la primera década del milenio para encontrar los volúmenes más elevados, en coincidencia con el boom económico y los años dorados del sector de la construcción, con un máximo en 2005, cuando La Rioja expidió cerca de 8.700 permisos siguiendo el ritmo de nuestro país, donde se superaron el millón. Fueron cerca de 6.200 en el año del estallido de la gran depresión, ejercicio que marcó el inicio de un descenso imparable, que registró su cifra más baja en 2016, con solo 365.
Más afiliación. La reforma del reglamento de extranjería se acompañó de la ampliación del Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, lo que ha facilitado a los empresarios la incorporación de trabajadores extranjeros en menos tiempo, al reducirse de 30 a 8 los días de los que disponen los servicios de empleo para localizar un candidato que se ajuste a las demandas. De los resultados de esta reducción dan cuenta los datos de la Seguridad Social, que cerró 2023 con 19.297 afiliados extranjeros, el 14,2% de la población activa frente a los 17.967 un año antes.
El sector servicios, con algo más de 10.000 trabajadores, es su principal sector de actividad, con un total de 2.738 en hostelería y un incremento de 260 respecto a los 2.477 de un año antes; y comercio, donde han pasado de 1.890 a 2.134 cotizantes medios en diciembre. Las cifras que reflejan otros sectores constatan que realizan los trabajos más duros, y su incorporación ha servido para mitigar la escasez de mano de obra. Así, otro de los favorecido por la incorporación de trabajadores migrantes ha sido transportes, al que se han sumado cerca de 70 activos en un año, desde 1.024 a los 1.092 al cierre de 2023. Construcción también ha registrado una subida de afiliación extranjera, desde 1.992 a 2.065, en agricultura el impacto ha sido algo menor -de 515 a 563-, mientras industria ha apuntado buenos registros, al pasar de 3.124 afiliados medios en diciembre de 2022 a 3.288 un año después.
Además, se favoreció el acceso al mercado laboral a los ciudadanos ucranianos, que en los dos años desde la invasión rusa han tramitado en La Rioja 650 permisos.