Sentimientos encontrados con los que se fueron ayer los aficionados blanquirrojos de Las Gaunas. Por un lado, la sensación de que haber dejado escapar una victoria contra un equipo al que sometieron durante más de 70 minutos pero contra el que no fueron capaces de asestar el golpe definitivo para encontrar el gol. La cara opuesta, la de mantener un punto en un choque que se puso muy cuesta arriba en el tramo final tras recibir hasta dos tarjetas rojas, para Nacho Ruiz y Mikel Montero. Una prueba más de la locura propia de Segunda RFEF, en un partido que terminó con reparte de puntos y donde lo más apropiado será mirar hacia el siguiente rival.
Saltó Pouso directamente a por el partido. No quería sustos el entrenador vizcaíno como en sesiones anteriores en Las Gaunas, sin tener que remar contracorriente, y optó por la defensa habitual de Uri, Santos y Nacho Ruiz en el carril izquierdo, acompañados por Montero y Argente en los puestos de central. Para repartir el juego, Gaubeka en solitario, acompañado por delante de Basurto y Lamadrid, estos con Varo García en banda derecha, Pau Miguélez en la opuesta y Raúl Rubio, única referencia en punta.
No obstante, este no fue como los partidos anteriores. Con poco o prácticamente nada que destacar se llegó al fin de los primeros 45 minutos. Los blanquirrojos intentaron perforan constantemente en una muralla oscense que no desveló hueco alguno, y si los hubo, los jugadores de Pouso no fueron capaces de encontrarlos.
Por parte de los visitantes, su plan de partido había funcionado en el inicio a la perfección. Con muchos hombres atrás una línea de centrocampistas algo más retrasada de lo habitual, defendían en conjunto y buscaban rápidos contragolpes buscando al exjugador blanquirrojo, Ander El Haddadi, como el único jugador de ataque puro. Este se tuvo que retirar a la media hora de partido por lesión, dando entrada a Javier Albin.
El guion no encontró ningún actor que lo alterase y con el resultado inicial se llegó al intermedio, habiendo tenido el propio Albin una de las más claras de las que iba a tener en el partido, rematando fuera de cabeza un centro por banda zurda.
Tras el paso por vestuarios, continuó el domino inocuo de la SD Logroñés a un Barbastro que para nada hacía atisbos de alterar su plan de partido. La posesión no se traducía en oportunidades y el reloj corría, a la espera de que la historia terminara como en los episodios previos ante Arenas Club y Anguiano, con goles de tres puntos en el tramo final del encuentro.
No obstante, en ese tramo final fue cuando se alteró el partido en contra de los intereses blanquirrojos. Nacho Ruiz, uno de los mejores en este inicio de temporada, vio la segunda tarjeta amarilla un cuarto de hora antes de terminar el partido, pero eso no evitó que la SDL rehusara el balón, que le permitió seguir con el acoso indiscriminado a un Barbastro que tan solo estaba a diez minutos de completar su misión.
Lo intentaron sin efectos Vietis y Miguélez, y eso dio alas a un Barbastro que comenzó a creer que hasta la victoria era posible. Fue en uno de esos contraataques que tanto buscaron ayer los visitantes donde recibió Mikel Montero la roja directa al derribar a un Aldair que ya enfilaba la puerta defendida por Uri. Minuto 88.
Con los cinco de añadido, fueron siete minutos de sufrimiento en Las Gaunas que terminaron con el reparto de puntos y con el primer tropiezo de la temporada de la SD Logroñés, ante un Barbastro que sumó su primer punto y con el que no asoma la cabeza de los puestos de descenso. Los blanquirrojos siguen sin conocer la derrota y son cuartos en la clasificación con once puntos, los mismos que su vecino capitalino.