Viticultores rechazados por sus bodegas acuden a Pagos del Rey

G.B.
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Productores de Rioja Alta encuentran una salida 'in extremis' en la firma del Grupo Solís, pese a los bajos precios, ante el riesgo de dejar la uva en la viña por falta de compradores

Un tractor con un remolque cargado de uva se dispone a entregar la mercancía en la bodega Pagos del Rey. - Foto: Óscar Solorzano

La crisis de ventas en el sector del vino se manifiesta de forma especialmente cruda entre pequeños viticultores que se están encontrando en esta vendimia con serias dificultades para vender sus uvas. Varios agricultores de Rioja Alta que tradicionalmente colocaban su producción en bodegas 'de toda la vida' se han topado a última hora con la negativa de sus compradores tradicionales a recibir sus uvas, y han encontrado en la firma Pagos del Rey una salida 'in extremis' para evitar que los racimos pudieran terminar pudriéndose o en tiradas en la viñas.  

«El 10 de septiembre estaba pensando ya en tirar las uvas porque no encontraba comprador», explica uno de los viticultores que han  acabado descargando los remolques en las tolvas de Pagos del Rey, en el polígono Buicio, a pesar de que los precios que paga son bajos. La bodega del grupo castellano-manchego Félix Solís saltó a la actualidad a su pesar hace un par de semanas, cuando las organizaciones agrarias ARAG, UAGR y UPA la denunciaron por ofrecer contratos de compra de uva a precios por debajo de costes de producción.

«Yo no puedo hablar mal de esta bodega, porque es la única que me ha cogido la uva», comenta otro agricultor, que asegura haberse recorrido 14 bodegas del entorno de Haro, Cenicero y Elciego sin que ninguna de ellas quisiera sus uvas.

Algunos de estos productores se han encontrado con la negativa por escrito de alguna bodega de mucho renombre a adquirir este año sus uvas con el argumento de la escasa calidad de la uva, junto con una fotografía de alguna cepa con racimos que presentan mal aspecto.

A diferencia de un buen número de bodegas que están prescindiendo de parte o de toda de la producción no propia, que tradicionalmente compraban a proveedores del entorno, debido a los enormes excedentes de vino que tienen en depósitos y barricas, Pagos del Rey parece estar aceptando toda la uva que le llega. Como apunta alguno de los productores que ha llevado por primera vez la uva a esta bodega, los precios no son 'para tirar cohetes', pero es la única salida que ha encontrado para su producción. «Si lo quieres, bien; si no, las uvas al suelo», apostilla.

De 0,65 a 0,35 euros el kilo. Los precios que ofrece Pagos del Rey, de acuerdo con la información facilitada por estos agricultores, oscilan entre los 0,65 euros el kilo de uva blanca que supere los 11 grados y los 0,35 euros las que no alcancen esa gradación. En tintas, van desde 0,60 euros para uvas con más de 14 grados, un precio que va desciendo a 0,55, 0,45 y 0,35 según el grado. También fluctúa según el baremo del glucónico, que mide el grado de podredumbre, y que baja el precio cuanto más alto es. Este año se paga más la uva blanca que la tinta, por su menor producción y por su mayor demanda entre los consumidores. 

Aunque la propia bodega confirma, en declaraciones a El Día de La Rioja, que al igual que otras firmas vinícolas tiene un stock de vino muy elevado, «que no haría necesaria la compra de uva a los agricultores, por no ser necesaria para abastecer nuestros mercados», ha  decidido seguir comprando a sus proveedores habituales «e incluso a algunos nuevos» con el fin de que «la uva no se pierda». La bodega lo presenta como «una muestra de compromiso con ellos y con la Denominación de Origen Rioja, máxime ante el complejo contexto que atraviesa la misma».