"Defendemos la sanidad pública, sin el velo ideológico"

Gustavo Basurto
-

Experiencia en la cartera sanitaria no le falta a esta ingeniera de Montes, que ya ocupó la Consejería de Salud durante el Gobierno de Ceniceros (2015-2019). La consejera de Salud y Políticas Sociales, María Martín Díez de Baldeón explica sus retos

María Martín, en su despacho de la Consejería. - Foto: Ingrid

Si hay un área de gobierno sensible a lo que realmente preocupa a la ciudadanía, esa es, sin duda, la sanidad. María Martín (Toledo, 1962) dirige una macroconsejería con competencias sobre la política sanitaria, los servicios sociales y la justicia, esta última con materias tan sensibles como la violencia de género. Sin pronunciar una palabra más alta que otra, más dura en el fondo que en las formas, Martín critica lo que considera una «ideologización» de la sanidad durante el mandato Andreu y promete mejoras claras en las listas de espera a un año vista, con un amplio paquete de medidas, entre ellas la vuelta a la contratación de servicios con la sanidad privada.

Usted ya gestionó como consejera la sanidad riojana de 2015 a 2019. Por medio ha habido un cambio de gobierno y una pandemia. ¿La sanidad que usted dirigió ha cambiado mucho a la de hoy?
Ha habido cambios sustanciales que han deteriorado bastante el sistema. Y la base de todo esto ha sido la aplicación de ideología al sistema sanitario por encima de la gestión. Los datos cantan; las listas de espera se han disparado y no ha sido solo por la pandemia, sino que, como reconoció la propia Andreu, también por la internalización, que se hizo sin planificar las consecuencias ni los recursos necesarios para suplir lo que se dejaban de emplear. Todo ello ha disparado las listas de espera y los costes de esas asistencias. Ha habido ineficacia e ineficiencia.

Pone mucho énfasis en el plan de choque para reducir las listas de espera quirúrgicas con contratos con la sanidad privada. ¿Es la gran carencia que tiene la sanidad riojana?
La Rioja no son una isla, está dentro del sistema nacional, que tiene unas carencias. El modelo sigue siendo el de 1986, de cuando se hicieron las primeras leyes y se constituyó el sistema nacional sanitario. Hay problemas estructurales a nivel nacional sobre los que hay que avanzar; hay un problema de falta de profesionales en atención primaria, en psiquiatría, en determinados casos de enfermería y en otras especialidades. Y eso se tiene que trabajar a nivel nacional y una comunidad autónoma no lo puede hacer sola. Pero también hay una clara huella de una gestión muy concreta en la que se ha aplicado la ideología de un gobierno PSOE-Izquierda Unida-Podemos, que abanderaba ser la única comunidad autónoma que no externalizaba (servicios con la sanidad privada), cosa que no es cierto, porque sí había conciertos y contrataciones con sanidades privadas. 

¿Y qué ha dejado esa 'huella'?
Desbaratar un sistema, sobre todo después de una pandemia, tiene consecuencias. En el resto de comunidades se han recuperado las cifras y los indicadores, y en La Rioja han seguido disparados. Han dejado un sistema debilitado y esto es como un transatlántico, que no cambia el rumbo de un día a otro. En este momento, no hay ninguna comunidad autónoma de ningún signo que no tenga conciertos. Valencia, que tenía un gobierno muy parecido al de aquí en la legislatura pasada, dio unos derechos mucho más privatizadores a los usuarios, porque se les dispararon las listas de espera por haber hecho la misma operación que aquí. Hay que remediarlo cuanto antes, porque aquí no estamos para imponer ideologías, sino para resolver los problemas de la gente. 

Su consejería se fija como reto bajar de los 120 días actuales de espera a la mitad, el próximo año, con 6 millones de euros para externalizar servicios con la sanidad privada. ¿No resultará más caro?
En absoluto. En los cinco meses en que ellos (el Gobierno Andreu) aplicaron su plan de choque, que fueron los meses anteriores a las elecciones, pese a que la pandemia había acabado hacía tiempo, el dinero en personal y en las prótesis y material quirúrgico empleado en esas operaciones extraordinarias fue superior al destinado a los conciertos en otros momentos. Pero si además tenemos en cuenta las consecuencias para los pacientes de esperar más de un año para ser intervenidas o no tener un diagnóstico o un tratamiento a tiempo, no importan tanto las cifras económicas, sino cómo repercute en su salud. 

¿Cuál es la cifra ideal de espera para una operación?
A lo largo de toda la legislatura, volver a las cifras de 2019, cuando junto con Madrid estábamos en cabeza de mejores indicadores. Lo haremos primero con nuestros medios, pero ahora estamos muy por encima de aquellas cifras, con lo cual hay que caer con la maza también con medios externos. Si una vez logrado esto, llegamos a ver que con medios internos podemos mantener esas cifras, por supuesto lo haríamos con nuestros medios. Pero ahora estamos por encima de 9.000 pacientes esperando a ser intervenidos y esas cifras no se pueden mantener. 

La Plataforma por la Sanidad Pública ha anunciado protestas contra la privatización de servicios y pide, en todo caso, garantizar la misma calidad y materiales, como las prótesis, que en la pública. ¿Será así?
¿Alguien cree que médicos, enfermeras y demás profesionales sanitarios lo van a hacer de manera diferente porque estén en un sitio o en otro? Y si en algún caso se conociera que se emplea mal o se hace mala praxis, hay cauces para denunciarlo. Lo que no se puede es demonizar sin pruebas. Todos los pacientes están bajo el paraguas de la sanidad pública. Cuando había que haber protestado es cuando se veía que se estaban disparando las cifras, si de verdad defiendes a los ciudadanos. No entiendo que se proteste por dar una solución rápida, eficaz y asegurada a una persona que lleva un año con dolor por su enfermedad, de baja o sin poder cuidar a los suyos.

¿Habrá otras medidas de impacto en ese plan de choque?
La actividad quirúrgica extraordinaria de tardes y fines de semana; apertura de todos los quirófanos; y ver de qué forma podemos derivar a sitios donde den solución al paciente, sobre todo en las especialidades con más listas de espera. También que en el caso de accidentes leves que cubren seguros privados, que los pacientes ya han pagado, no colapsen la sanidad pública. Eso era ideología, no la defensa de lo público; nosotros tenemos otra idea de cómo defender lo público, sin colapsarlo, sin el velo de la ideología, que no te hace ver la realidad.

¿Mejorar Atención Primaria urge menos que la espera quirúrgica?
No; es igual de urgente. Pero en atención primaria, tenemos menor capacidad de reacción, porque es un problema a nivel nacional que debe resolver el Estado. Debería ser una de las primeras cosas que se pongan sobre la mesa en la Interterritorial, porque estamos atados de pies y manos y en las comunidades autónomas tenemos muy poco margen de maniobra; pero el margen que tengamos, vamos a empeñarnos en que salga, de la mano de nuestros profesionales. Pero es difícil sin el paraguas del Estado por la dificultad de tener profesionales, porque no hay. El número de MIR que salen es competencia estatal y un estrategia común para no pisarnos unos a otros. 

Por cercanía a Navarra o País Vasco, ¿La Rioja tiene más riesgo de que le 'pisen' con más alicientes para atraer médicos?
Cada sitio tiene ventajas e inconvenientes y eso habría que ponerlo sobre la mesa a nivel nacional y trabajar para que las condiciones sean parecidas y no haya distorsiones, aunque haya casuísticas particulares. El pacto por la salud, que acaba de ofrecer Feijóo, es necesario y urgente.   

Aunque sea competencia estatal, dentro del margen autonómico ¿qué hará parar atraer médicos?
Las gerencias del Seris y de Atención Primaria y las direcciones Médica y de Enfermería trabajan con los centros de salud para ver dónde están los mayores problemas. Y uno de los pasos que se pueden dar es la declaración de zonas de difícil cobertura, para aplicar ventajas y hacerlas más atractivas. También se trabaja en modelos organizativos, para que cada centro de salud que quiera pueda autogestionarse. Y en crear unidades de asistencia o dar más competencias para que las enfermeras puedan hacer triajes en los centros de salud...Es muy importante poner el foco en la prevención y la promoción de la salud y eso requiere implicar a toda la población. Por eso retomaremos la Alianza por la Salud.

¿En qué año podríamos tener ya a los primeros graduados en la futura facultad de medicina de La Rioja?
Todavía queda, teniendo en cuenta que son seis años y que es la carrera más larga. Pero tener la infraestructura y la memoria de la formación es un paso importante. Ojalá en esta legislatura veamos a los primeros alumnos en nuestra escuela. 

¿Cuándo empezarán las obras?
Estamos dando pasos como ver hasta dónde se puede ubicar y cómo compaginarlo con el hospital y el centro de investigación y las relaciones con la Universidad, que es la protagonista, puesto que el grado de Medicina está dentro de Ciencias de la Salud, que ya tiene la Escuela de Enfermería. Creo que veremos la cantera, el primer curso de Medicina, en esta legislatura.   

¿Qué uso le darán al viejo edificio de la Escuela de Enfermería?
Ese edificio, igual que el parking próximo a la nueva escuela, es propiedad de la Tesorería de la Seguridad Social, pero para uso sanitario sí podríamos utilizarlos. Estamos dándole vueltas sobre en qué forma se pueden aprovechar para uso sanitario.

¿Y hay ya alguna idea ya?
Muchas;hay que aterrizarlas.  

Uno de sus proyectos es crear el instituto de investigación sanitaria. ¿En qué beneficiará a los ciudadanos?
Es una acreditación del Instituto Carlos III que permite poner sobre la mesa todo lo que hay sobre investigación, pero también con la parte asistencial, porque todo el conocimiento de los clínicos se volcará en ese instituto para plasmarlo en investigación y revertirlo a la asistencia. Además, se puede acceder a más fondos y que te reconozcan más.  

También ha prometido ampliar la cartera de servicios. ¿Con cuáles?
En esta legislatura será prioritaria la salud mental. De las mejores cosas que nos están pasando es que un arco amplísimo de instituciones, asociaciones y ciudadanos están llamando a nuestras puertas para poner sobre la mesa lo que hacen y esto multiplicará la asistencia y el beneficio sobre todo en prevención. Y creo que llegamos a tiempo, implantando la figura de psicólogo en los centros educativos y con el plan en el que estamos trabajando.

Un estudio de la UR sobre salud mental de los jóvenes arroja cifras preocupantes: un 11% de adolescentes con síntomas de depresión y un 3,2% con conductas suicidas. ¿Cómo se puede atacar esto desde la sanidad o los servicios sociales?
De forma transversal. Hay motivos para ser optimistas, porque ahora mismo aflora ese problema. Hay adolescentes que antes tenían ansiedad y depresión, pero no sabían lo que tenían y ahora son capaces de detectarlo y saber qué es. Pero también hay que reconocer que esto ocurre, por lo que sea, que aún no sabemos qué es, redes sociales, cambios de estructura familiar... Y además es muy preocupante la violencia sexual y las agresiones físicas. Incidiremos en prevención, la protección y la formación, y seguir con los proyectos de investigación. 

La covid no acaba de desaparecer. ¿Es preocupante o hay que temerla no más que a una gripe?
Ahora mismo está considerada igual que la gripe. Sigue habiendo casos y se siguen tratando.

¿El colapso en urgencias es un síntoma de que el acceso a la atención primaria es lento y los ciudadanos optan por esa vía rápida?
Hay varias cosas. Quizás es verdad que si no te atienden en el momento adecuado, vas a urgencias. Y la educación de la población es fundamental, para ir cuando de verdad sea algo urgente. Si vas cuando no lo necesitas, haces que alguien que sí lo necesita espere más de lo debido. Es la demostración de que el sistema está muy tensionado y hace falta solucionar el problema de la atención primaria cuanto antes mejor. 

¿Qué planes de mejora hay en los centros de salud?
En Alberite, el Ayuntamiento sigue dando pasos en las expropiaciones para urbanizar y cedernos el terreno para hacer el proyecto del nuevo centro de salud. Otras demandas son la ampliación de los de Murillo y Calahorra. Hay que terminar el de La Villanueva, en Logroño, y es prioritario también el Gonzalo de Berceo. Hay mucho por hacer. 

Que en La Rioja la objeción de conciencia de los médicos obligue a derivar los casos de abortos a otras regiones ¿no es una anormalidad?
En absoluto. Eso está a nivel nacional y la objeción de conciencia es un derecho fundamental y nosotros lo vamos a respetar. 

¿Hay también objeción ante las peticiones de eutanasia?
Sí. Aquí se han practicado eutanasias por gente que no es objetora, pero la mayoría lo es. Lo son la mayoría de médicos en España.

¿Cómo se garantizará la seguridad del personal sanitario ante casos tan impredecibles como el atropello mortal en el centro salud de Haro?
Se están poniendo todas las medidas posibles en centros de salud y hospitales, con cámaras y contratación de seguridad y aumentando el número de vigilantes. También se seguirán dando pasos en la formación en defensa personal.

Ha anunciado un 'ambicioso' plan de construcción de residencias de mayores y centros de día. ¿Se sabe ya cuántos y dónde?
Se está haciendo un estudio sobre la evolución de la población mayor de 65 años de aquí a un futuro largo. Con esos datos, empezaremos por donde haya más necesidades. No se elegirá primero la ubicación y luego reubicar a la gente, sino al revés.

Usted ha anunciado refuerzos en las oficinas de asistencia a víctimas y otras medidas. ¿Que está fallando para que sigan dándose casos?
Hay que poner muchos más medios en la protección de la víctima. Justicia e Interior no solo coordina y trabaja con Servicios Sociales y Salud, que es donde está la prevención y la formación, y con Salud, que es donde está detección, sino también con las fuerzas y cuerpos de seguridad y los jueces y fiscales, y con todas las redes de colaboración. La gente está volcada y concienciada con este problema. El aumento de denuncias es buena noticia, porque significa que las mujeres se atreven cada vez más a dar ese paso, pero queda camino por hacer: trabajar con los maltratadores y con la adolescencia, porque la violencia de género está repuntando en adolescentes y eso es grave, porque significa que algo falla en la formación. 

Están pendientes reclamaciones económicas por las bebés intercambiadas en 2002. ¿Se han determinado ya las cuantías?
No. El tema está judicializado y sigue el proceso.