Un golpe de autoridad. Ese que tanto se le requirió a la UD Logroñés en el curso pasado, llegó este domingo en Tudela, con contundencia, frente a un rival directo para dar el primer paso hacia la conquista del liderato.
El calendario era, y es, complicado. Exigente, más bien. Tras cuatro victorias y dos empates en las seis primeras jornadas, la cuesta aumentaba su desnivel y, consecuentemente, su dificultad, con Tudelano, Eibar B, Utebo, Calahorra, SD Logroñés y Arenas de Getxo. Demasiado pronto o no, la competición demandaba un aumento de nivel y, sobre todo, de versatilidad competitiva. De sus próximos seis rivales, cinco forman parte de los seis primeros clasificados. El sexto, es la propia UD Logroñés.
El esfuerzo únicamente acaba de empezar. Ha superado el primer repecho. Pero aún queda mucho por recorrer. No obstante, parece haber aprendido la lección de lo que tanto le persiguió la anterior campaña, ese flojo desempeño frente a rivales directos de la parte alta de la tabla, sin conseguir sumar los tres puntos, que a la vez le hicieron descolgarse de la pelea por el primer puesto con el paso de las jornadas.
Lo del domingo en Tudela fue una declaración de intenciones de los pupilos de Miguel Flaño, imponiéndose con merecimiento a uno de esos equipos de la parte noble de la tabla, elevando su rendimiento cuando ha sido necesario.
Además, la de ayer supuso la cuarta victoria consecutiva del conjunto blanquirrojo, algo que no conseguía desde la temporada 2020/21, cuando la UD Logroñés compitió en LaLiga SmartBank (Segunda División), en una racha que se alargó hasta encadenar seis triunfos consecutivos.
Su objetivo es el primer puesto y lo tienen a tiro este próximo domingo: Las Gaunas volverá a ser juez en el que será el partido de la octava jornada del Grupo II, que enfrentará a segundos contra primeros, UDL ante Eibar B. El filial del conjunto armero, líder por un punto más que los blanquirrojos ha cosechado seis victorias y solo una derrota, algo que la plantilla de la capital riojana aún no ha experimentado, vendimiando cinco triunfos y dos empates.
EL MUNDO AL REVÉS. La lógica dice que en el fútbol, más si cabe en toda una Segunda RFEF, los equipos deben hacerse fuertes en sus feudos. Convertirlos en un fortín. Ganar en casa y sumar fuera, lo que comúnmente se denomina 'la media inglesa'. Pues bien, la SD Logroñés, con 15 puntos que le avalan en su cuarto puesto de la clasificación, lo está logrando… a la inversa.
La plantilla de Carlos Pouso ha ganado sus tres partidos lejos de la capital riojana (Calahorra, Anguiano y Subiza), si bien en Las Gaunas su rendimiento está lejos de lo esperado. Como locales solo han sido capaces de vencer ante el Arenas Club de Getxo, con una remontada in extremis, si bien sus otros tres partidos han terminado en tablas: 1-1 contra Teruel y dos empates sin goles, sus dos últimos encuentros en la capital, contra Barbastro y Real Sociedad C, ambos en descenso. Este fin de semana disputarán su tercer derbi riojano del curso, visitando La Molineta para enfrentarse al Alfaro. En esta parcela ha demostrado desempeñarse con maestría, saliendo victoriosos de sus dos compromisos previos.
El resto de los conjuntos riojanos pelean por la salvación. El Calahorra ha tenido que reconfigurar su objetivo, ocupando ahora mismo la antepenúltima posición con tres empates y tres derrotas, sin todavía haber conseguido ganar un partido esta 2024/25. Jugará mañana contra el Barbastro para engancharse a la pelea. Por su parte, el Anguiano es duodécimo, dos puntos por encima del Gernika, que ocupa el puesto de play-out con cinco unidades. Y por último, el Alfaro es quien mejor posicionado está para lograr dicha meta. Su buen desempeño en este arranque de competición, con tres triunfos y un empate, le hacen ocupar posiciones de media tabla, noveno con una decena de puntos. Todavía quedan muchas estaciones por visitar en estos meses de competición.