La cercanía en el tiempo de la supresión de los peajes en la autopista AP-68, que se convertirá en una autovía libre de pago desde noviembre de 2026, lo que teóricamente descargará de tráfico la carretera nacional N-232, ha llevado a reconsiderar las características de la variante de Briones, que inicialmente se proyectó con un trazado de autovía, con cuatro carriles, para limitarla a una calzada convencional de dos.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible justifica la modificación del proyecto por «el cambio de escenario que se producirá por la liberación de la AP-68 en el año 2026» y a la vista de las conclusiones de un estudio realizado sobre la distribución de la demanda de tráfico tras la supresión del peaje de la autopista.
En un anuncio reciente del departamento que dirige Óscar Puente de aprobación del expediente de de información pública de la variante, el Ministerio detalla que la construcción de la variante de Briones como carretera convencional, conectada con la autopista mediante un enlace cercano al pueblo «puede asegurar una correcta funcionalidad y un adecuado nivel de servicio».
El proyecto inicial planteaba circunvalar Briones, para evitar el paso de vehículos por su casco urbano, con un nuevo trazado de 7,2 kilómetros que discurría también por terrenos de los municipios de San Asensio, Gimileo, Haro y Ollauri.
Además del cambio de configuración de ese tramo de autovía a carretera de dos carriles, que también solicitó el Ayuntamiento de Briones con una alegación al proyecto, el Ministerio contempla también la construcción de un enlace con la autopista, a la altura de este municipio, ya que se considera que hay mucha distancia hasta los existentes en Haro y Cenicero y con el fin de mejorar la conectividad con la autopista ya reconvertida en autovía desde finales de 2026.
Como indica Transportes, su objetivo es «conseguir que el paso de la N-232 por Briones sea lo más amable y humano posible, priorizando la seguridad vial y la movilidad activa». También plantea la posibilidad de construir algún nuevo enlace de conexión entre la carretera nacional y la futura autovía en San Asensio o en Ollauri, «en función de la demanda de accesibilidad, una vez liberada la AP-68».
En definitiva, el hecho de que dentro de dos años la actual autopista vaya a quedar libre de peajes decargará de tráfico la N-232, así como la alegación presentada por el Ayuntamiento de Briones y el menor impacto ambiental que tiene un carretera de dos carriles que un trazado de cuatro, especialmente en un entorno «delicado» como son los parajes de viñedo de la zona, han aconsejado la modificación del proyecto, comenta la delegada del Gobierno central en La Rioja, Beatriz Arraiz.
Eso no quiere decir que ese mismo criterio se vaya a aplicar en los otros proyectos de variantes previstos en la N-232. En el caso de la de Fuenmayor, cuya tramitación va más atrasada que la de Briones, está por determinar el tipo de sección de carretera que se ejecutará, algo que se decidirá a la vista de los estudios y las alegaciones que puedan recibirse, apunta la delegada, que añade que en otros puntos la intensidad del tráfico o cuestiones como el ruido pueden aconsejar hacer variantes con configuración de autovía.
Pendientes de licitar obras. Es el caso de la de El Villar de Arnedo, bastante más avanzada que las dos anteriores, dado que está ya aprobado el proyecto constructivo, que sí contempla sacar el tráfico de la nacional N-232 del casco urbano desviándolo con un tramo de autovía de 7,2 kilómetros con un coste estimado de 62,7 millones de euros, precisa Beatriz Arraiz. En este caso, tan solo queda pendiente la licitación de las obras por parte del Ministerio de Transportes, aunque aún no se conoce en qué fecha podrían salir a concurso.
Enlaces listos para cuando la autopista quede libre
La liberación del peaje de la autopista AP-68 en noviembre de 2026 cumplirá un anhelo de la sociedad riojana de contar con una vía de alta capacidad gratuita que recorra toda la región de este a oeste. Con esa fecha ya anotada en el calendario, el reto está ahora en tener listos los diferentes enlaces que permitan entrar y salir a la futura autovía A-68 (la actual autopista libre de peajes) desde distintos puntos de la Comunidad, y que no ocurra como ha sucedido con la apertura de la AP-1, en la provincia de Burgos, donde el retraso en los enlaces convierta a la autovía en una ratonera en caso de accidentes o retenciones. ¿Estarán listos los enlaces en La Rioja para finales de 2026? La delegada del Gobierno es optimista. «Vamos a tiempo». Con respecto a las obras de la Ronda Sur de Logroño, Beatriz Arraiz señala que «avanzan a buen ritmo» y matiza que quedarán algunos remates finales de la actuación para cuando se produzca la liberación efectiva del peaje.