... por viejo que por diablo que por diablo, enuncia uno de los dichos populares más conocidos del extenso refranero español. No se equivoca en esta afirmación, que incluso es repetida por sus protagonistas, los mayores, cuando tratan de inculcar una enseñanza a sus pequeños, de manera que aprendan para el futuro que la experiencia, en esto de la vida, es un factor para nada baladí.
La pelota tampoco se libra de este refrán. La juventud que cada año aumenta su afluencia a la Feria de San Mateo, no está(mos) para dar lecciones de pelota a los experimentados espectadores que poblan las gradas laterales y butacas de cancha del frontón Javier Adarraga, que ve cómo cada edición incremente su popularidad entre los jovenes riojanos, frente a una minoría que, parsimoniosa, disfruta sin incordiar a nadie del desarrollo de una nueva tarde de festival mateo. Hay que ser astuto, son diez días al año... hasta que vuelva a regresar, casi con total seguridad, en la Feria de San Mateo de 2025.
Entre esa multitud, alegra ver rostros conocidos. Se hacen notar, charlan, se saludan, como cada septiembre, a pesar de que cada año sean menos por el inevitable destino de la vida. Rostros que, siempre que hay pelota, profesional o aficionada, han estado presentes. Incluso dentro de la cancha, partícipes del espectáculo. Impone su presencia, a sabiendas de que basta una mirada al graderío para saber que ahí están. Siempre estarán. Se trata de José Miguel Nicolás Fernández (Ribafrecha, 1943) y Ángel López Sáenz (Clavijo, 1952). Cualquiera que se acerque por el Adarraga lo sabe. Aunque su nombre completo le haya podido despistar, sí, son 'Gallo' y 'Kennedy'.
Ambos han pasado toda su vida de la mano de la pelota. Jugaron desde que fueron críos. Kennedy , incluso de manera profesional, desde 1975 hasta 1990.
«Uno de mis primeros partidos que jugué aquí fue contra García, de Albelda», recuerda Gallo. El tal García era más conocido como 'Aspirinas', por el mero hecho de que antes de trabajar en un banco, lo hizo en una botica. «Él tenía de botillero a Tripa, pero yo le daba muy fuerte a la pelota. Potencia sin control. Recuerdo aTripa diciéndole a García, no te adelantes porque este solo sabe darle fuerte». El resultado de ese mano a mano lo desvela, como casi todo lo que narra, a través de una anécdota. «Años después le hicieron una entrevista en televisión en la que le cuestionaron sobre el partido que más había defraudado al público. García respondió: en el Adarraga contra el Gallo, que me ganó 18-0». Fue en 1971.
Kennedy, por su parte, recuerda a la perfección cómo fue su primer partido en este polideportivo. «Aquí en profesionales jugué 135 partidos» apunta un expelotari que no puede olvidar como fue esa primera vez. «Jugué contra Abrahamcito, cuando tenía 16 años en 1968. Yo llegué aquí y no sabía ni por donde me pegaba el aire. Estaba acostumbrado a otra clase de frontones, más ásperos. Esto me parecía un pabellón tremendo y me ganó facilísimo», detalla. Un año después, se tomó su venganza. «Lo cogí en 1969 y el resultado fue todo lo contrario. A partir de ahí, pegué el brinco», subraya Kennedy, quien añade que terminó el Servicio Militar (la 'Mili') en 1974, sin haber jugado nunca un partido por la Federación Riojana de Pelota, jugó todo el verano en el Frontón 'Las Golondrinas' de Alberite y debutó en 1975, en el Frontón de Santo Domingo de la Calzada.
DIFERENCIAS. Nadie mejor que alguien que fue pelotari profesional puede conocer en que difiere la pelota de antes con la pelota actual. Tanto en relación a los pelotaris como al material. «Yo siempre recuerdo que eran siete días de pelota, no diez como este año», dice Kennedy. «En mi época, recuerdo ver muchos pelotaris... pero nada como Retegi II. Era el que más me impresionó. También me gustaban mucho Elías Piérola, Oreja III, Bergarita...». Kennedy enumera, Gallo los evoca en su mente y rememora su juego mientras, involuntariamente, las sonrisas y memorias se le atropellan. «Antes había muchísima pasión por la pelota. Retegi II tenía tirón y mucho gancho. Tanto, que debajo de la chapa, durante los partidos de la feria matea, se ponía la gente con las boinas. Si iba mala y la cogías al vuelo, suerte para ti. Sino, pues te llevabas un pelotazo», destaca Kennedy. Gallo, a su lado, le respalda: «Donde estaban los corredores, antes estaba lleno de gente, aquí había filas de bancas y también dos o tres filas de banquillos, todo a rebosar para ver la pelota».
Eso sí, apuntan que «el material era diferente». «Las pelotas eran Cipri, que era la pelota más elegante y más agradecida que ha existido siempre. Era puro espectáculo, botaba en el suelo, golpeaba en pared y subía. La Punpa hace suelo, pared y cae. Pesa una tonelada», comentan conjuntamente. Huelga decir que una charla así, en un escenario como este, está plagada de opiniones. Y ellos destacan que, entre todos los pelotaris históricos, al que más le perjudicó el cambio de material (de Cipri a Punpa) fue a Juan Martínez de Irujo. «Si Irujo hubiera seguido con Cipri, los resultados hubieran sido diferentes».
En esta línea, Kennedy señala que habla con gente pelotazale y le dicen que «'este no podría jugar ahora a pelota, con este tipo de material'». «Barberito I, Ogueta... vamos a ver, el que es bueno juega en todas las épocas. Si Barberito I cogiera estas pelotas, pegaría pared del frontis y pared del rebote directo», clama Ángel, mientras que de nuevo, Gallo al quite destaca «lo fácil que lo hacía todo». «Tenía una habilidad pasmosa, pero el material entre épocas no se puede comparar», concluye el de Ribafrecha.
Echan de menos el torneo de segunda. «Fue el primer torneo que se hizo aquí de segunda, en 1983 y lo gané yo», precisa Kennedy. «No se ha hecho más veces y este año, que hay diez días de pelota, tenían una oportunidad maravillosa para hacerla. Pones el primer partido, el segundo el estelar y el tercero, a 18, pero también de competición», demanda en relación a un campeonato que fue flor de un año.
Este año se ha presentado, previas incluidas, la Feria de San Mateo más larga de la historia. Gallo ha seguido como nadie la evolución de Javier Zabala, que ahora construye sus cimientos en la élite de la pelota. Kennedy, por su parte, ha hecho lo propio con Darío Gómez. Ambos han sido botilleros de los respectivos pelotaris. Y aunque siempre querrán que 'sus chiguitos' lleguen al cartón 22, se alegraran en caso de victoria del otro. Se aventuran además, al augurar que la txapela estará entre Peña II y Mariezkurrena II, Laso e Iztueta y Zabala, que repite con Zabaleta. El domingo 29 se descubrirá la respuesta a dicha pregunta. Y ellos, como siempre, estarán en la grada para vivirlo y contarlo.