La base de una buena sociedad es el cuidado de sus ciudadanos. Una de las lacras que afectan a muchas personas y que perturba su bienestar físico y emocional es la soledad no deseada.
Según el Observatorio Estatal de la soledad no deseada, un 20% de las personas que viven en España sufre este problema. Y un 49,3% de la población se ha sentido sola en algún momento de su vida.
Los datos de 2024 muestran que existe una soledad crónica o de larga duración. Dos de cada tres personas (67,7%) que sufren soledad llevan en esta situación desde hace más de 2 años y un 59% desde hace más de tres.
Desde este observatorio se apunta que la soledad no deseada es mayor en las personas con discapacidad (50,6%), en las personas con origen migratorio (32,5%) o en las personas LGTBI+ (34,4%). Además, la mitad de las personas con problemas de salud mental sufren soledad no deseada (49,8%).
Las cifras registradas por el Ayuntamiento de Logroño muestran que los servicios sociales han detectado 48 casos de personas con soledad no deseada, quienes reciben un tratamiento individualizado. La concejala de Servicios sociales, Patricia Sainz, explica que los profesionales que acuden tienen que ver como la vida les ha llevado hasta esa situación.
Los motivos de esta soledad pueden ser quedarse viudos, sin amigos en un momento determinado de la vida o problema de salud mental. La idea es que estas personas acudan a programas sociales y a actividades como talleres de lectura, ajedrez o bailar. «Hay que conocer a esa persona porque el tratamiento que recibe depende del motivo, el grado de soledad y a partir de ahí, ver que le puede venir mejor para combatir este problema», señala.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que si la soledad no se trata y previene, puede devenir en problemas físicos y de salud mental. Por ese motivo, la concejala afirma que las competencias consistoriales en esta materia están enfocadas en la prevención.
Perfil. El perfil más habitual de las personas que sufren la soledad no deseada en Logroño suelen ser mujeres viudas entre 60 y 70 años. También hay que vigilar a los cuidadores de algunas personas, ya que «estas personas también van perdiendo sus lazos y sus vínculos con la sociedad cuando tienen que hacerse cargo de alguien», recuerda la concejala.
El Ayuntamiento de Logroño cuenta con talleres especiales para cuidadores. «Esto se debe a que muchas veces te desvinculas de la sociedad», advierte.