El escaso tirón del eléctrico devuelve las dudas al automóvil

Feli Agustín
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China gana la nueva cuota de mercado ante los fabricantes europeos, que reducen producción a niveles de 2020, lo que acarreará consecuencias a los componentes riojanos, que de momento, marchan bien

Fábrica de Starglass, en una foto de archivo. - Foto: Ingrid

El reciente anuncio de la poderosa Volkswagen de cerrar, por primera vez en su historia, dos plantas en Alemania, ha vuelto a atraer la atención sobre un sector que atraviesa un momento convulso a consecuencia del desequilibrio entre oferta y demanda debido, principalmente,  al escaso atractivo que despierta el coche eléctrico entre los conductores europeos. 

«No hay demanda», resume Daniel Rueda, secretario general de la Agrupación Empresarial Innovadora del sector automoción de La Rioja, que constata que, a pesar de que el sistema de propulsión no es  en absoluto mayoritario entre las empresas del sector de componentes riojano, las dificultades que atraviesan sus clientes afectarán, consecuentemente, a la industria riojana.

El representante del clúster contextualiza el actual estado de las cosas en las cifras que arroja el automóvil en Europa, donde las matriculaciones de vehículos eléctricos  se limitaron al 13,9% del volumen global, tasa de comercialización que no augura el cumplimiento del objetivo de prohibir a partir del  partir del 1 de enero de 2035 la venta de coches de combustión. Al respecto, Rueda calcula que para poder alcanzar el citado horizonte, las ventas de vehículos eléctricos deberían experimentar un subida anual sostenida de alrededor del 40%, un ascenso que se antoja francamente complicado a tener de los números que presenta el sector a lo largo de la década de 2020.

Daniel Rueda argumenta que la situación, lejos de mejorar empeora, y recuerda que la producción de vehículos en 2020 -año de la pandemia- cayó un 20% y, lo que parecía ser una situación «excepcional», se ha constatado que no es tal habida cuenta que en el presente ejercicio se alcanzarán niveles de fabricación similares -incluso se esperan inferiores en 2025-, lo que retrata «claramente» la situación de la automoción.

 «Si se cumplen las previsiones, contra todo pronóstico, cuando concluya está década, 2020 habrá sido uno de los mejores de la misma», lamenta, a la vez que argumenta que la compra de vehículo eléctrico no transcurre a la velocidad que debe hacerlo para que la maquinaria de la industria de la automoción funcione al ritmo requerido.

La incentivación de la compra del eléctrico parece ser la única respuesta para poder remontar este descenso en las ventas, una medida que puso en marcha Alemania y que funcionó con éxito mientras estuvo vigente. Porque, explica el secretario del clúster, desde enero, cuando se eliminó la subvención, la comercialización ha caído un 10% respecto a los ocho primeros meses de 2023. 

En el caso de España la situación se ve más comprometida porque 10 millones de vehículos carecen de garaje que les albergue, lo que aumenta la dificultad para la carga de un vehículo eléctrico, lo que despierta mayor incertidumbre a la hora de plantearse la compra.

China. A estas dificultades se une la potente competencia china, «que nos saca una generación», y que recorre un camino contrario a Europa, que ya no es líder tecnológico;de hecho, uno de cada tres vehículos que se fabriquen en el mundo en 2025 lo será en el país asiático, a cuyos vehículos Bruselas aprobó el viernes hacer definitivos los  aranceles.

«Está produciendo mucho y muy barato», señala el representante de la automoción riojana, que insiste en la necesidad de establecer ayudas porque el eléctrico no tira.

En este escenario, los grandes fabricantes europeos están poniendo entre interrogantes las inversiones previstas, «lo que nos afecta a todos», incluido el sector de componentes riojanos,  razona el representante del clúster, que señala que al mismo ritmo que se reduce la producción de vehículos se recortará la de los componentes, que es lo que se fabrica en La Rioja que, de momento, marcha sin problemas.