La Policía marca el nuevo 'after' en Madre Teresa de Calcuta

R. Muro
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Tres vehículos permanecieron sobre las 9 horas del pasado sábado a las puertas del nuevo local, recién abierto, para impedir la celebración de fiestas fuera del horario establecido

La Policía marca el nuevo 'after' en Madre Teresa de Calcuta - Foto: El Día

Tres vehículos de la Policía Local de Logroño permanecían el pasado sábado sobre las 9 horas en la escondida plaza Madre Teresa de Calcuta y no es la primera vez que interviene los agentes. Un espacio escondido y apartado de miradas no deseadas entre las calles General Urrutia, Samalar, Ronda de los Cuarteles y Beratúa. En un rincón de la plaza, en un tono azulón, escasamente discreto, se ubica el nuevo emplazamiento de un after hour que ha recorrido ya diferentes emplazamientos de la ciudad. 

No ha dado tiempo ni si quiera a las quejas vecinales. la Policía sigue de cerca del organizador de unas fiestas que arrancan cuando cierra el ocio nocturno. La presencia policial a primeras horas de la mañana del pasado sábado alertaba a los que pretendían continuar con la fiesta del viernes. Así lo relata una vecina de la zona que si bien no ha sufrido ruidos ni alteraciones a pie de calle, es consciente de que el after ha llamado la atención ya de algunos residentes de la pequeña y escondida plaza Madre Teresa de Calcuta.

«La puerta de la lonja se pintó de azul hará cosa de un mes», señala la misma vecina. «Ya le dije a mi hija -prosigue- que algo habían montado ahí». 

Se podría decir que la logroñesa historia del propietario, empresario y emprendedor, como se gusta denominar, y la Policía Local, es algo así el juego del gato y el ratón. Inició su actividad hace ya años en la calle Mayor de la capital riojana en un conocido local llamado Bossanova. Allí organizaba sus fiestas fuera ya del régimen horario establecido y a puerta cerrada. El establecimiento tenía sus peculiaridades dirigidas a ofrecer estancias más jugosas. Uno de los baños fue modificado y transformado en un espacio más pasional en el que entregarse a los deseos más profundos. La acumulación de denuncias llevó a su clausura. Las fiestas que incumplían la normativa municipal de Urbanismo, Espectáculos Públicos y de Seguridad Ciudadana se trasladaron del número 69 del Bossanova al 94 de la misma calle Mayor. El antiguo Martintxo, rebautizado como 'Al pincho x la cara' ofrecía así un horario que se prolongaba hasta bien entrada ya la mañana del día siguiente y con la condición de poder acceder previo selfie, por cuestiones de seguridad.

Las fuentes consultadas por El Día de La Rioja indican que ambos locales regentados por el mismo propietario acumularon alrededor de un centenar de denuncias a lo largo de varios años. 

De la Mayor a  Acesur pasando por un piso de la calle Murrieta

Incansable, trasladó sus fiestas de la calle Mayor a una vivienda de Marqués de Murrieta. Instaló cámaras en el rellano para comprobar la identidad de los asistentes pero no tardaron en materializarse las quejas vecinas cursadas a través de la administración de fincas de la comunidad del 5-7 de la calle Marqués de Murrieta.

No cesó en su empeño. Tras llevar el after hour a un edificio próximo al casco antiguo, volvió a intentarlo en la zona de la plaza Acesur. Se topó con problemas municipales que le negaron la licencia para emprender cierta reforma con el objetivo de adecuar el local a un espacio de fiesta.

Su último intento se focaliza en la plaza Madre Teresa de Calcuta, pero los agentes le siguen los pasos y muy de cerca.