Un total de 81 empresas riojanas vendieron el año pasado productos a Israel, de las que más de la mitad, 48, fabrican productos industriales y de tecnología, con una facturación que alcanzó 6 millones de euros; 20 eran de bienes de consumo, que vendieron por valor de 1,16 millones;17 elaboraban bebidas -2,1 millones-; y 11 se adscriben al sector alimentario, con una cuantía global de 3,1 millones.
Hasta julio de este año -a falta de que el ICEX ofrezca los datos de las firmas agroalimentarias, la cifra se mantiene similar y se han facturado 6,3 millones.En el calzado el tercer producto que más ha vendido La Rioja a Israel hasta julio, y uno de sus protagonistas Basilio García Morón, director general de Grupo Hergar, fabricante de marcas como Callaghan y Gorila, relata que han logrado enviar los pedidos que tenían pendientes la semana pasada, después del ataque de Hamas, que se produjo el día 7 de octubre.
«No es un mercado grande para nosotros», relata el empresario, que informa de que llevan trabajando en el citado país más de una década, aunque cuenta que se producen altibajos en la relación comercial. «No es un mercado estable, con una presencia constante, a veces la moneda fluctúa y se trabaja menos», explica el propietario de Hergar, que señala que, de momento, la incidencia directa ha sido nula.
Concede que el hecho de que ya esté vendida, entregada y cobrada la colección de otoño-invierno ha contribuido a un desarrollo fluido de un negocio, que se desarrolla, «al ser un mercado pequeño», de manera directa, con contactos realizados en ferias.
Admiración. El propietario de Callaghan, que no puede esconder su admiración hacía el pueblo israelí, destaca su «cultura de start ups», con empresas tecnológicas muy dinámicas en distintos ámbitos, «convencidos de que están preparados, son buenos y salen a comerse el mundo».
«Es una pena lo que está pasando», razona García Morón, que señala que se compañía continúa exportando a Ucrania. «Todo tiene que seguir funcionando;es increíble la resistencia que se tiene, incluso en situación de guerra, el país sigue manteniendo el pulso», reflexiona el director general de Hergar, que coincide con Jaime García Calzada, presidente de la Cámara de Comercio, en el hecho de que a La Rioja le pueden repercutir aspectos indirectos, consecuencia del conflicto.
Al respecto, augura una subida de la energía y que «se disparen los gastos» de producción.
Euro Seating. Entre las empresas que también trabajan con Israel figura Euro Seating, compañía de Ezcaray dedicada a la fabricación de butacas para cines, auditorios, estadios o teatros, que cuenta entre sus proyectos el estadio de San Mames de Bilbao o el teatro Lope de Vega de Madrid.
«Nosotros llevamos trabajando alrededor de seis años en Israel», informan desde la empresa de Ezcaray, que dispone de un distribuidor en dicho país. Entre los trabajos que ha realizado esta compañía, que tiene presencia en 125 países, en el estado hebreo, figuran las butacas de los estadios de Dimona o o Bloomfield de Tel-Aviv, el colegio tecnológico de Beer Sheva o un auditorio en la ciudad de Ramla. Con proyectos de otros auditorios en curso, la firma rioja confía en que el conflicto, «por el bien de todas las personas inocentes», se resuelva en la mayor brevedad posible.