La psicóloga de ARPA Autismo Rioja, Paloma de Vicente, explica que el tratamiento de los alumnos con autismo en las aulas depende de la edad que tengan estos chicos y de la etapa de desarrollo evolutivo en la que estos se encuentren en ese momento.
Otro factor importante es conocer las capacidades de cada niño y niña porque «todos somos distintos». Señala que estos jóvenes tienen dificultades en algunas áreas, así que «depende del trabajo que se esté haciendo con ellos en casa, en el centro educativo y en ARPA para luego desenvolverse de una manera más adecuada en el aula».
Para ello, De Vicente destaca que en las aulas hay profesionales específicos para trabajar con estos niños y niñas con necesidades educativas especiales. Algunos de estos se dedican a la pedagogía terapéutica o a la audición y lenguaje, entre otros.
Explica que estas personas que padecen autismo suelen tener ciertas dificultades en las relaciones interpersonales y sociales; y un pensamiento «rígido». Por eso, indica que su trabajo en la asociación es ver y coordinar los objetivos a seguir con estos niños para trabajar ciertos aspectos.
Algunos de estos son la tolerancia a la frustración porque «cuando se le plantea alguna actividad que no le gusta no quiere hacerla o se enfada»; o la expresión de las emociones porque «le pasa cualquier cosa y no sabe poner nombre a la emoción».
Por otro lado, esta psicóloga destaca la importancia del trabajo colectivo entre su asociación, los centros educativos y las familias, ya que «cuando hay coordinación y un trabajo conjunto entre todas ellas se aprecian avances y un progreso en los niños que tienen este trastorno». «Podrá ser más rápido o más lento pero cuando se coordina ante cualquier situación que resulte difícil o que al principio pueda parecer un impedimento u obstáculo, suele redundar en un beneficio para el niño», subraya.
Además, indica que ARPA da charlas formativas a profesores sobre autismo en las aulas y actúan cuando hay una situación concreta con algún alumno.