La Plaza de San Bartolomé es sin duda uno de los rincones más emblemáticos del casco antiguo de Logroño. En ella se asientan importantes entidades, como el Colegio de Ingenieros de Aragón y La Rioja, la Casa de la Imagen y la Casa de los Periodistas.
Su nombre guarda relación con el gremio predominante en su momento en la zona, el de los peleteros y trabajadores de las pieles, que tenían a San Bartolomé por su patrón y en cuyo honor, se construyó la iglesia que preside este rincón logroñés. Es más, probablemente fueron estos artesanos quienes costearon las obras de construcción del templo, que, en tiempos, contó con un claustro.
Precisamente, ligadas a esta iglesia aparecen las primeras noticias históricas de las que se dispone del edificio que hoy da cabida a la Casa de los Periodistas, un inmueble posiblemente levantado en el siglo XVIII, reaprovechando restos de uno anterior. En el año 1750, dentro del Catastro del Marqués de la Ensenada, esta casa se señala como propiedad de la iglesia de San Bartolomé, usada como hórreo para almacenar el grano que se obtenía por la cobranza de los diezmos, contando además con prensa y lago.
La siguiente referencia, más concreta aparece en el año 1770, cuando el Ayuntamiento encarga el Primer Vecindario de la ciudad, instalando en cada casa un azulejo con un número del 1 al 1.408, realizados por Tomás de la Ora, artesano logroñés con taller en la calle Ollerías. En ese registro, las dos puertas de la hoy Casa de los Periodistas seguían perteneciendo a la iglesia rectoral de San Bartolomé. Años después cambió de manos y en 1818 ya pertenecía al Mayorazgo de la familia Salazar, que la mantuvo hasta 1902, cuando fue vendida y reformada la fachada por su nuevo propietario, Valentín Gómez Trevijano. Esta reforma conserva algunos elementos originales, pero modificó algunas ventanas e instaló los miradores en los dos primeros pisos. El arquitecto encargado fue Ignacio de Velasco.
Durante el siglo XX, siguió siendo un edificio de viviendas hasta que, en 1998, La Asociación de Prensa adquirió y reformó el edificio. Esta asociación se había creado en 1913. El traslado a su actual sede de la plaza de San Bartolomé se produjo en 2001, tras la rehabilitación del edificio proyectada por el arquitecto José Miguel León.