5 años por agredir sexualmente a su prima de 12 a la que drogó

R. Muro
-

La menor acaba de abandonar la Unidad de Salud Mental tras un intento autolítico y el procesado le facilitó alochol y estupefacientes a los que «denominó pastillas de la felicidad»

El Palacio de Justicia de Logroño, en una fotografía de archivo. - Foto: Ingrid

La Audiencia Provincial condena a cinco años de prisión a un varón que agredió sexualmente en múltiples ocasiones a su prima, una menor de 12 años. Pero más allá del procedimiento legal, los hechos evidencian hasta qué niveles puede llegar la miseria humana. Más aún, cuando el relato de este caso comienza en febrero del año 2022, justo cuando la niña abandona su ingreso en la Unidad de Salud Mental del complejo hospitalario San Pedro de la capital riojana tras un intento autolítico. Señala el fallo judicial, que el condenado conocía este hecho además de que la menor se encontraba inmersa en un tratamiento psiquiátrico. 

Se trata de una circunstancia, siempre en base al fallo emitido por la Audiencia, de la que se aprovechó el procesado, un varón de 24 años en el momento de los hechos de origen peruano. 

Tras abandonar el hospital, le facilitó a su prima bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes «a las que denominó pastillas de la felicidad». Con sus facultades ya mermadas, trasladó a la menor a una habitación de la vivienda familiar, «la tumbó en la cama, empezó a tocarla y la penetró por vía vaginal con su pene y con un objeto». 

La convivencia en el domicilio común se prolongó hasta agosto de 2022. A partir de ese momento y hasta marzo de 2023, mantuvo relaciones sexuales con la menor en su propia vivienda en múltiples ocasiones. Fue en la fecha citada cuando la menor, «ya con un mayor grado de madurez» se opuso a acceder a los deseos sexuales de su primo. 

Tras judicializarse los hechos y remitir el ministerio fiscal su escrito de acusación, el propio procesado consignó 12.000 euros en la cuenta de la Audiencia Provincial. Una cantidad que le había sido reclamada en concepto de daño moral para su entrega a la víctima.

De esta forma, y dada la conformidad mostrada por el procesado y la defensa sobre los hechos imputados, la Audiencia condena a cinco años de prisión por un delito continuado de agresión sexual. Además, le impone diez años de libertad vigilada que se ejecutará con posterioridad al cumplimiento de la pena reseñada por el magistrado.

La sentencia es firme al haber manifestado por las partes su voluntad de no recurrirla a excepción de que no se respeten los términos de la conformidad.