"El día del chupinazo fue una locura el primer año"

David Hernando Rioja
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Óscar López es el dueño de La Tasquita, un bar que va a vivir su 2º San Mateo

El dueño de La Tasquita, Óscar López, en la barra de su bar - Foto: Ingrid

La calle San Juan no está compuesta solo por bares veteranos, sino que hay otros que acaban de aterrizar o llevan muy poco tiempo dando servicio a logroñeses y turistas. Es el caso de La Tasquita, que abrió hace un año y medio. Su dueño, Óscar López, cuenta que lleva 37 años trabajando en el mundo de la hostelería. «Antes de este bar tuvimos un restaurante pero debido a la pandemia tuvimos que cerrar. Luego montamos una cafetería pequeña y un bar pero nos ofrecieron este local y aceptamos porque teníamos ganas de volver otra vez al Casco Antiguo, ya que es donde está el turismo», relata.

Llevan poco tiempo en esta calle y se han amoldado a la perfección. «Ha sido un año y medio genial. La gente que viene a la San Juan va a pasárselo bien», asegura.

Destaca que sueles tener clientela fija y los vecinos del resto de bares forman un grupo «muy unido». Una de las trabajadoras del bar y pareja de Óscar, Vanesa Salinas, destaca que no hay rivalidad entre ningún bar. «Cada uno va a lo suyo pero hay buen ambiente», asegura.

Una de las pruebas de fuego para cualquier bar de esta calle tan mítica de Logroño son las fiestas de San Mateo. Este va a ser su segunda vez en la San Juan, por lo que cuenta con la ventaja de tener la experiencia del año pasado. 

López afirma que el San Mateo del año pasado fue «muy bueno». «El chupinazo fue mucha locura pero el resto de la semana fue muy bien, ya que fue como si cada día fuera un sábado», recuerda.

Este año, asegura, se va a trabajar bastante más que el año pasado porque «cuando abrimos nos conocía muy poca gente. Pero este año, con el pincho de cachopo, nos ha subido más la clientela durante todo el año».

Uno de los días con mayor cantidad de personas agolpadas en los bares será el cohete, que este año es el viernes a las 13 horas. Salinas admite que el cohete es un día en el que se trabaja muy bien pero «es una guarrada», aunque la parte positiva de este nuevo horario es que «puede ser que lo sea menos, además de que la gente que salga de trabajar al medio día o a la tarde lo coge con ganas».

Aquí López reafirma que ese día será un sábado «muy bueno». «Aunque la gente no tenga fiesta, al medio día habrá mucha gente que ya no trabaje. Y el viernes noche va a ser como un sábado por la noche muy bueno», destaca.

Pincho especial. La Tasquita prepara una sorpresa para estos San Mateos. Un nuevo pincho estrella que compartirá protagonismo con el cachopo que ya está en el menú. «Hay que prepararlo y hacer pruebas pero la idea es empezar a venderlo los últimos días de agosto y primeros de septiembre», informa.

Salinas recuerda que el año pasado se elaboró uno en honor a la vendimia, ya que llevaba vino tinto. «El pincho de este año todavía está en el aire», indica.

Esta pareja tiene mucha experiencia en el sector y sabe cual es la diferencia entre dirigir un restaurante a llevar un bar en la San Juan. Explica que en un bar no hay que complicarse, ya que «tienes siete u ocho crianzas y cerveza. Es una hostelería más fácil y más rápida, por lo que es un trabajo muy sencillo y muy divertido», subraya.

Su positividad no decae aunque se le pregunte por la carga durante la fiesta de San Mateo. «Esta fiesta consiste en reponer lo que no hay. Pero lo demás es sencillo», concluye López.