La pobreza energética es un problema que está presente en La Rioja. Cruz Roja ha atendido a unas 141 familias por este motivo en estos diez meses, y se espera que al terminar el año esta cifra aumente hasta las 160, según los datos ofrecidos por esta entidad.

El número de familias que han necesitado la ayuda de Cruz Roja en este asunto ha crecido en los últimos tres años, pasando de las 120 familias en 2021 a las 128 en 2022.

El responsable del área de Medio Ambiente de Cruz Roja en La Rioja, Gabriel Alcañiz, explica que cuando una persona acude a Cruz Roja para pedir ayuda se le acoge y se le realiza una valoración de su situación porque «muchas veces lo que las personas verbalizan que necesitan, no es todo lo que necesitan». Una vez que se ha hecho dicha valoración, se trabaja con ellos y se estudia a que departamento enviarla, de los que uno podría ser el de pobreza energética.

Alcañiz indica que este programa de pobreza energética empieza con una auditoría en la que se les hace una entrevista de 20 minutos para analizar los diferentes tipos de suministros que hay en casa, los contratos de luz y gas, sus electrodomésticos, las condiciones de su vivienda y los hábitos de consumo de la familia.

El siguiente paso, prosigue, es generar un informe donde se le recomienda a la familia que realice ciertas acciones, como un cambio en la tarifa, ya que «puede tener contratada una potencia de energía concreta pero si contrata otra podría ahorrarse 10 euros todos los meses». También promueven la cancelación de algunos seguros que se contratan debido a que hay personas que no leen la letra pequeña de los contratos. «Hay personas mayores que van al supermercado, contratan una tarifa comercial de luz pero no se dan cuenta que han firmado un seguro de mantenimiento. Resulta que si los cancelan, se pueden ahorrar unos 20 euros al mes», argumenta.

Aparte, Alcañiz recuerda que las familias numerosas, las víctimas de violencia de genero, o los pensionistas que reciben una cantidad concreta de dinero pueden acceder al bono social eléctrico y térmico que promueve el Gobierno de España. «Hay personas que desconocen la existencia de este bono pero en la asesoría se lo comunicamos y lo tramitamos, lo que hace que la factura se reduzca desde un 25 hasta un 50%», subraya.

«Estas reducciones de la energía permiten generar un ahorro a muy largo plazo que hace que las familias puedan encender la calefacción unas cuatro horas al día en vez de una o dos, pasando a tener una temperatura media en el hogar más saludable», destaca.

Eficiencia. El responsable de Medio Ambiente indica que este programa aborda otras cuestiones como la eficiencia en el hogar. Cuenta que hay ciudadanos usuarios en Cruz Roja que tienen pequeños electrodomésticos muy antiguos poco eficientes, y que al estar rotos o deteriorados, disparan el consumo de energía.

«Hacemos pequeñas intervenciones o compras de estos electrodomésticos que tienen un impacto a largo plazo bastante grande en la factura de la luz. Un  frigorífico deteriorado consume 500 vatios, por lo que si lo cambiamos por un Triple A nos consume 200. Son 300 vatios de diferencia», remarca.

De hecho, los datos ofrecidos por Cruz Roja dictaminan que este año han realizado un total de 40 entregas de electrodoméstico y menaje de cocina a estas familias detectadas en la auditoria. Algunos de estos son microondas para familias que no disponían de ellos o estaban deteriorados y el uso de estos era perjudicial para su salud; ollas exprés para disminuir el consumo de energía y estufas catalíticas por no disponer de otra medida de calentarse en el hogar; ventiladores eficientes para evitar el uso de aires acondicionados; y airfrie debido a que es más  eficiente que un horno.

Cruz Roja también repartió 123 kits de eficiencia energética con bombillas LED, regletas con interruptor, reflectores de radiadores y silicona para sellar ventanas o burletes para puertas. «El objetivo es que la temperatura de la vivienda aumente», concluye.